Capítulo 14

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Dos días han pasado desde aquella fiesta y el ambiente en el ejército era pesado, ya que hubieron varios soldados caídos y ningún preso.

—  El Underboss no estaba presente—  dijo Sesshomaru molesto en la reunión.

Todos se quedaron en silencio, nadie se atrevía a contestarle.

— Se equivoca mi coronel — hablo la menor de los Onigumo —, el Underboss si estaba presente.

Todos llevaron su mirada hacia ella, Yura y Uh se congelaron en su lugar y Rin no estaba prestando atención.

— ¿Cómo lo sabes? — cuestionó Kagura.

Kanna volteo a ver a su hermana respondiendo que Eri y Sesshomaru tuvieron una conversación con él, disimuladamente llevo su mirada hacia Rin quien no prestaba atención y solo se miraba sus uñas pintadas de rojo.

Sesshomaru les ordenó qué se fueran y que luego los llamaría a cada uno. Todos salieron a excepción de Rin que se quedo.

— ¿Pasa algo? — cuestionó serio.

Rin negó con la cabeza.

— Quería decirle que esta noche no dormiré aquí, me llevaré a Uh conmigo — dijo.

Sesshomaru la  miro con el ceño fruncido, ese par parecían mugre y uña.

— Has lo que quieras —. Fue lo único que dijo.

Asintió y salió de la oficina, en el pasillo se encontró a Uh solo para decirle que en la Bratva había problemas y que la necesitaban a las diez con urgencia, ella suspiro con pesadez y siguió su camino.

[…]

Hoshiyomi Vladimirov.

Han pasado dos días desde la muerte de Tsubaki, mi hija. Cuando me qué la habían encontrado muerta en una de las habitaciones no controle mi impulso y mate a sus boyevikis.

Cierro los ojos y los aprieto con fuerza.

— Ella no era alguien importante, por lo menos agradece que le estoy cediendo un lugar en el cementerio familiar — recuerdo las palabras de la Underboss.

En nuestro clan, los hijos son sagrados meterse con ellos es meterse con toda la familia y, no hay que ser muy listos para saber quien fue la persona que apago la vida de mi hija.

Me retire con la promesa de que me cobraría esta ofensa; Eran las 10 de la noche y todos los miembros de la familia estamos reunidos en la mansión Vladimirov.

Mi hermano estaba sentado en la silla que le correspondía demostrando el poder que tiene, a su izquierda estaba su esposa y a la derecha estaba su primogénita.

— ¿ Y bien? — preguntó mi sobrina —¿para qué me hicieron venir a estas horas de la noche? — preguntó fastidiada.

— Quiero que me des una del por qué mataste a mi hija —. Tsukiyomi la madre de mi hija cuestionó.

Toda la familia miro a la Underboss qué estaba sorprendida.

— ¡¿Qué!? — exclamó ofendida —. ¿Te sientes bien? — le cuestionó a mi esposa.

Los ojos de mi sobrina se empezaron a llenar de lágrimas.

— Me ofendes tía. Acepto que Tsubaki y yo no nos lleváramos bien, pero eso no significa que iba atentar contra su vida —. Las lágrimas empezaron a empapar sus mejillas sonrojadas.

Tsukiyomi se tenso a mi lado era obvio que estaba mintiendo.

— Incluso ya la había perdonado el que tentara contra la vida de Yako y… — sollozo — y… en su lugar castigue a la teniente —. Llevo su vista hacía mi hermano —. Papi… —

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