Life 20

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La lluvia no paraba y me tenía totalmente empapado. Voy de camino hacia mi hogar lentamente, no tenía paraguas pues no pensaba que iba a ser necesario hoy.

-Ah... El pronóstico del tiempo nunca está en lo correcto...-Murmuro con cansancio mientras tomo un pequeño descanso en la acera, donde me siento mojando aún más mis pantalones.-Ya estoy mojado, no es como si fuera cambiar algo en estar bajo techo por ahora...

Aprovechando la soledad de la calle, me puse a reflexionar lo que pasó hoy.-Eres increible, Yuuto Kiba.-Suspiré con cansancio mientras llevaba mis manos a la cabeza.

Tuve una pelea con la presidenta, me comporté como un imbécil con ella y con mi mejor amigo. Y nos hice perder un torneo por el que trabajamos muy duro... Esta vez me superé.

Estaba llevando un estilo de vida tranquilo en la escuela. Ya había hecho compañeros, y recibido un nombre. También recibí un propósito en la vida de mi ama, Rias Gremory. Pedir más felicidad era algo malo. Sin duda fue malo. No puedo seguir viviendo a expensas de mis compañeros hasta que alcance mi objetivo...

¿Qué he estado haciendo todo este tiempo? ¿Tener buenas notas? ¿Hacer amigos? ¿Divertirme?

¿Para qué necesitaba eso?

Mi venganza es lo más importante para mi, todas las noches después de que reencarné mis sueños eran iguales... Mis compañeros me pedían venganza... ¿Por qué lo olvidé?

¿Por qué soy tan egoísta como para creer que merezco ser feliz?

He estado viviendo en una máscara todos estos años. No soy el príncipe de Kuoh, no soy la espada de Rias Gremory, no soy el As de Gremory. No soy Yuuto Kiba. Soy Isaiah.

El mismo Isaiah que dejó a sus compañeros morir. El mismo Isaiah que escapó como un cobarde. El mismo Isaiah que juró una venganza que no continuó. Yuuto Kiba no era más que un disfraz. Isaiah solo era un cobarde que se ocultaba tras una máscara jovial.

Yuuto Kiba no era una persona, era el escondite de Isaiah. Yuuto Kiba no existía, Isaiah lo hacía. Y eso siempre atemorizó a Isaiah. Años ocultándose, ciegamente jurando venganza mientras no la buscaba activamente.

Luego de años de ocultarse, con un ocasional desliz sin importancia, Isaiah creía que su máscara no se le sería quitada. Pero solo bastó una foto para romperla. Aun si Isaiah intentaba desesperadamente ocultar su rostro, Yuuto Kiba ya no existía.

Todos los años de resentimiento y odio, autocomplacencia y pena, golpearon a Isaiah sin piedad. Destruyendo su escondite, dejándolo a merced de sus tormentos.

-Oh, aquí estás, Yuuto Kiba.-Una dulce voz me saca de mis pensamientos, cubriéndome con un paraguas haciendo que la lluvia deje de golpearme.

Al mover mi cabeza hacia arriba, veo a Ravel Phenex de pie frente a mí, extendiendo un paraguas sobre mi cabeza mientras ella estaba mojandose levemente por la lluvia.-¿Qué estás...?

-¿Debería decirle a Issei que te encontré o quieres hablarme sobre qué te pasa?-Ravel me dio una mirada comprensiva, con calma en su tono, pude notar en sus ojos preocupación.-No hablamos mucho, pero no debes preocuparte si es que necesitas que alguien te escuche. Soy toda oídos.

-...-Mi expresión cambió de confusión a frialdad en un segundo. Aunque sus intenciones sean buenas, no merezco ayuda con este tormento, esto...-No es de tu...

-¿Incumbencia? No, no lo es.-Ravel dio un leve suspiro, sentándose junto a mi en la acera mojando su uniforme. Con otra sonrisa de comprensión me miró a los ojos.-Pero quiero que lo sea, tampoco entiendo por qué... Pero cuando noté que te pasaba algo quise ayudarte, si es que puedo.

El Retorno del Rey: Iseei y La leyenda de ArturoWhere stories live. Discover now