Life 2

924 61 1
                                    

-Eh... ¿Koneko, qué haces aquí?-Estoy en el lugar que habíamos acordado Kiba y yo para entrenar, aparentemente era propiedad de la familia de Rias por lo que no debíamos preocuparnos de posibles transeúntes que no supieran sobre lo sobrenatural. Pero, cuando Kiba llegó... Koneko vino junto a él.

-La presidenta me pidió venir junto a Kiba para ver el entrenamiento.-
Bueno... no creo poder quejarme del todo, son sus sirvientes y estamos en su propiedad después de todo.

-Perdón, Issei. ¿Empezamos ya?-Kiba estaba con una cara algo apenada.

-Claro, pero antes... ¿Puedes hacerme un favor?-Kiba, un poco confuso, asintió.-¿Me puedes dar una espada?

-Issei... ¿Quieres aprender esgrima?-Kiba estaba sorprendido. La verdad, siento como si una muy pequeña voz en el fondo de mis pensamientos me estuviera instando todo el tiempo a aprender a usar una espada...

-Sí, ¿crees poder enseñarme?

Kiba sonrió y asintió. Usando su Sacred Gear, Sword Birth, creó dos espadas demoníacas dándome una de ellas. Cuando tomé la espada en mis manos... se destruyó.

-...

Todos nos quedamos en silencio, Koneko cambió su expresión seria a una de sorpresa, Kiba estaba muy confundido, y yo... de algún modo me sentía triste al ver esa espada volverse polvo.

[Oh... No me esperaba eso]

-Ddraig, ¿tienes algo que ver con esto? ¿Por qué se destruyó la espada?

[Bueno... No puedo decir mucho, pero creo que no eres capaz de usar espadas demoníacas, o mejor dicho, cuando un objeto con energía demoníaca te toca... se vuelve polvo.]

-¿Por qué pasa eso?-Kiba preguntó algo serio. Creo que algo lo estaba molestando...

[...]

-¿Ddraig?

[Aún... no puedo decirlo. Hice una promesa.]

Suspiré, por alguna razón Ddraig siempre dice la misma frase. Ayer intenté preguntarle sobre lo que pasó en mi pelea con Yuuma y solamente repetía lo mismo -Hice una promesa y no puedo decírtelo. Ni siquiera me quiere decir con quién hizo la promesa o siquiera de qué trataba.

-Bueno... Sabía que pedir prestadas unas espadas de práctica del club de kendo era buena idea.-Koneko le llevó un bolso deportivo a Kiba del cual sacó dos espadas de kendo, me dio una y cuando esta no se volvió polvo los tres soltamos un suspiro de alivio, Ddraig se rió de nosotros por eso.

Empezamos el entrenamiento, Kiba empezó a enseñarme las posturas adecuadas mientras Koneko comía unos dulces sentada bajo un árbol observandonos.

-Mmm... Aprendes muy rápido, Issei.-Kiba estaba sorprendido al verme adoptar las posturas de forma perfecta, yo también estaba sorprendido, no sabía que podía hacer esto.

Seguimos entrenando por unas horas hasta que decidimos tomar un descanso, Kiba había traído unas cuantas barritas de proteína y jugos para refrescarnos, Koneko ya iba por su tercera caja de chocolates.

[¿Comes tanto y no engordas?]

-... Grosero.-Koneko estaba ligeramente molesta por el comentario de Ddraig.-... Al menos yo puedo comer y no estoy encerrada.-Ddraig dio un muy dramático respingón. 

[¿Cómo te atreves?]

Antes que estos dos se pusieran a pelear los detuve, a Koneko le di otra caja de sus chocolates y a Ddraig...-Ddraig, ¿vas a pelear con una niña? 

[Cuando vives tanto como yo, te das cuenta que hasta discutir con un idiota puede ser más divertido que solo dormir.]

Estuvimos hablando por el resto de la tarde, intenté conocerlos a ambos un poco más.  Koneko... bueno, solo respondía moviendo la cabeza al principio hasta que mencioné que me gustaba Eminen, estuvo 30 minutos hablando sobre sus raperos favoritos. Estaba sorprendido, ella parecía más del tipo de chica que escucha rock, la verdad. Kiba era bastante recíproco con eso, hasta descubrí que también le gusta The legend of Zelda e, irónicamente, Devil May Cry. 

-El que tiene mejor gameplay es Dante's Awakening, el 5 es el mejor en general para mi.-Koneko mencionó al escuchar a Kiba hablar de DMC.

-¿También te gustan los videojuegos, Koneko?

Koneko miró a Kiba, su usual cara de poker había cambiado por una de superioridad.-Dilo.

Kiba, algo avergonzado, dijo.-No importa que juego es, Koneko siempre me da una paliza...-Koneko le hizo un ademán con la mano para que continúe.-... y ella fue quien hizo que me gustaran los videojuegos...

Koneko estaba bastante orgullosa de lo que dijo Kiba, yo solo me reí un poco por lo gracioso de la escena. Estuvimos hablando un poco más hasta que se hizo casi de noche, decidimos irnos a nuestras casas y seguir entrenando mañana, Koneko incluso se ofreció a enseñarme a pelear.

-Sé que quieres aprender a usar una espada, pero hasta que puedas conseguir una debes saber defenderte solo.

Eso fue lo que dijo, sigo un poco sorprendido de que ella se ofreciera a hacerlo, pensé que no le caía bien. Al final del día llegué a mi hogar, luego de cenar fuí a mi cuarto para hablar con Ddraig.

[Sé que me vas a preguntar. No, aún no te puedo decir nada sobre por qué esa espada se destruyó al tocar tu mano.]

-¿Cuándo?

[¿Perdón?]

-Ddraig, estoy harto que todas las respuestas a mis preguntas se resumen en "No, no puedo decirte" o "Aún no es el momento" ¿Cuando me vas a decir?

[Compañero...]

La voz de Ddraig demostraba que también estaba algo frustrado, se quedó callado por unos segundos, estaba a punto de rendirme e irme a dormir hasta que...

[No falta mucho.]

-¿Eh?

[No falta mucho para que todo se te sea revelado. Creo que... Uno o dos meses empezando desde ahora. Y créeme, cuando lo descubras todo, entenderás por qué no te lo pude decir antes.]

El Retorno del Rey: Iseei y La leyenda de ArturoWhere stories live. Discover now