Capítulo XXVI

6.1K 643 146
                                    

Kim Dan no respondió esa noche, prometió pensarlo y eso estaba bien para Jaekyung. Tenía que modificar su carácter lo mejor que pudiese para evitar orillarlo a cosas que no quisiera.

Un par de días después ambos estaban en la sala, Jaekyung leí y Dan solo estaba viendo sus redes sociales en el teléfono.

—¿No volverás al gimnasio?

—Aún no.

—¿Entonces, cuándo?

—Más adelante.

—No puedes pausar tu vida solo porque yo estoy enfermo. Tienes un régimen de entrenamiento que no puedes cumplir aquí, lo mejor es que retomes la rutina.

Toda su rutina se había alterado drásticamente desde mucho antes que Dan se embarazara, había soportado cada pequeño cambio a pesar de su frustración, todo eso le hacía sentir que perdía el control. Ahora después de un evento tan traumático como el que vivieron Jaekyung solo estaba intentando descubrir como avanzar.

No podía decirle a Dan que se sentía tan desorientado que apenas podía entender lo que debía hacer a continuación. Se supone que uno de los dos debe ser fuerte, enfrentar la situación y hacer lo posible por salir adelante. Jaekyung asumió el papel porque quería que Dan tuviese la oportunidad de experimentarlo como el quisiese, no importaba si sus sentimientos no contaban para los demás.

*

Dan tenía una cara de esas que son tiernas, era aniñado y su actitud no ayudaba ya que podía ser un poco infantil. Él lo sabía, sabía que era una de las razones por las que inspiraba termuera en la gente e incluso confianza.

Apesar de ello, no era inocente. No del todo.

Kim Dan sabía en qué se metía cuando aceptó ser el juguete de Jaekyung, se había vendido por el bienestar de su abuela, sabía lo que significaba. Al final del día no podía cambiar que estuviese prostituyendose.

Aceptó dinero a cambio de servicios sexuales. Y eso pesó en su consciencia, estaba muy cansado porque toda su vida creyó que si trabajaba duro podía llegar a ser más que un Omega de baja categoría.

Hasta cierto punto lo consiguió.

Jaekyung desarrolló sentimientos por él sin darse cuenta, al igual que Dan. Hizo un intento de tratarlo mejor, pero el hombre era demasiado tosco para eso. Nunca había convivido con otras personas aparte de los Park o la gente del gimnasio como para saber cómo se hace.

Dan aprecio cada pequeño detalle y lo resguardó en su cabeza celosamente.

Jeakyung le dio un hogar. Le dio estabilidad a su abuela mientras estuvo viva. Solo traía a colación el asunto de la deuda cuando creía que Dan se iría, se debía al miedo que tenía de quedarse solo otra vez. En este punto ni siquiera le importaba. Dan había visto las facturas y sabía que lo que gastaba en el apenas eran gotas de agua para todo el dinero que había ganado por su cuenta, sin saber a cuánto ascendía su patrimonio familiar.

Estaba agradecido.

Sí, lo estaba.

Pero también estaba aterrado se no ser útil y que su capricho por él pasará tan rápido que Jaekyung quisiera dejarlo.

Antes de obtener esa marca ya creía estar enamorado de él, al menos era consicente de lo mucho que lo necesitaba. Pero estar enlazados había cambiado muchas cosas y principalmente los sentimientos de Jaekyung hacia él, le había dicho que lo amaba.

¿Lo hacía realmente o solo era un efecto de la marca?

El internet decía que tras todos esos meses ya habría tenido tiempo de establecer un vínculo seguro y que la mueble de sus cerebros habría desaparecido.

Del odio al amor - JinxWhere stories live. Discover now