Del odio al amor - Jinx

Capítulo XVIII

Dan recordaba perfectamente cuando conoció a Heesung. Principalmente porque las feromonas de Jaekyung lo iban a ahogar si se quedaba cerca de él más tiempo. El tipo era atractivo y había salido en una de las novelas favoritas de su abuela, así que se emocionó solo un poco al verlo.

Eso duró hasta que vio la cara de Jaekyung. Puede que su expresión estuviese neutra pero él lo conocía lo suficiente para saber que estaba enojado. Justo como en ese momento en el que parecía querer estar aún más pegado a Dan que nunca.

-¿Qué haces aquí?

-¿Cómo le fue en su viaje?

-Muy bien. Es una pena que tenga que ir a grabar en unos días, pero aproveche para pasar tiempo con mi Omega favorito.

-¿Y por qué no vas a tu casa? ¿Con tus omegas?

-Ay, no seas tonto. Yo no tengo omegas, aún. -Heesung miró a Dan y le guiñó un ojo. -Oh, ¿eso que veo ahí es una marca? ¡Qué descarado, Jaekyung! Pensé que habías dicho que Dan no era tu tipo

-Yo no dije eso.

-Sí, lo dijo, muchas veces. -Dan se encogió de hombros y volvió para hablar con Heesung pero este no dejaba de ver la marca sobre su cuello. -En fin... Yo... Y-yo tengo que irme a bañar, así que...

Dan se fue muy rápido, se sentía demasiado sucio y apenado por la presencia del otro alfa en la casa. Se encerró en el baño solo por si acaso, no había sido agradable cuando Heesung intentó ligar con él (todo para molestar a su medio hermano, pero igual fue muy incómodo para Dan; no le gustaba quedar en medio de la palea de los hermanos); además, esa casa no parecía un lugar seguro hasta que Heesung se marchara.

-Vuelve al agujero de rata del que saliste, aprovechado.

-¿Acaso interrumpo algo?

-Varias cosas, de hecho. Así que largo.

-Ay, no me digas que estás en tu periodo de luna de miel.

-Eso es una estupidez, la única razón para no quererte cerca es que odio ver tu cara. No lo repetiré de nuevo, mejor vete. Ahora.

-De acuerdo, de acuerdo, pero me llevaré a Dan conmigo. ¿Si recuerdas que sigue siendo mi fisioterapeuta también, verdad?

Heesung era un jugador empedernido, disfrutaba de molestar a los demás. Especialmente a Jaekyung, casi nadie en el gimnasio conocía la verdadera relación entre el luchador y el actor, Dan la descubrió solo por casualidad y cuando quedó en medio de sus juegos. La cuestión es que Heesung al ver que Jaekyung tenía a Dan lo quizo para él también, así que engañó a todos e incluso hizo amenazas de demanda para que Dan se convirtiera en su fisio.

La última vez que habían estado juntos Dan había rechazado sus avances, después de eso se fue a China a grabar una nueva telenovela. Ahora que había vuelto no le sorprendía que estuviese ahí para molestarlos a ambos.

-¿Estás listo para nuestra sesión de hoy, Dan? Aún siento dolor en la cadera.

-Ah, claro.

Dan no era estúpido, sabía que solo se aprovechaba de la situación para molestar a Jaekyung, su supuesto dolor en la cadera era falso. Hace mucho tiempo que dejó de dolor, y sus estudios demostraban estar en perfecta salud.

-Tú puedes adelantarte, yo llevaré a Dan a tu casa. Tenemos que hacer algunas cosas antes.

-De acuerdo, no interferiré en sus cosas. No me gustaría acabar con la cara morada, de nuevo.

Dan solo hizo una reverencia y lo dejó pasar. Claro que en su momento habían llegado a los golpes pero ninguno fue tan grave como él lo hacía ver. Dan y Jaekyung bajaron en el ascensor hasta el estacionamiento, subieron a uno de los autos de Jaekyung en silencio. Siempre que Heesung aparecía ponía las cosas tensas entre ellos.