Capítulo XXIII

5.9K 668 177
                                    

Presente...

Dan se levantó de la cama, arrancó cada cable que había en su cuerpo e intentó huir. Jaekyung estaba paralizado en la puerta sin saber bien que hacer; Dan parecía tan frágil que no quería tocarlo por miedo que se deshiciera en pedazos frente a él.

—Dan, Dan tienes que detenerte. Ahora, para.

Jaekyung lo arrastró de vuelta a la cama, Dan seguía pataleando a pesar de todo, gracias al escándalo Heesung apareció con un par de enfermeras, el alfa las ayudó sosteniéndolo para que pudiesen inyectarle un calmante.

Los médicos ya le habían advertido sobre lo alterado que estaría Dan al despertar y no verlo o a la niña cerca, los omegas que acaban de dar a luz son extremadamente protectores y dominantes con sus crías, necesitan tenerlos cerca y marcarlos con su olor para asegurar la estabilidad de la criatura.

—Por favor... quiero verla. Déjame verla.

Jaekyung se sentó en la cama con él asegurándose de usar sus feromonas para que estuviese en calma. Dan en cualquier momento se dormiría por los medicamentos que le suministraron.

—Y-yo te dejaré verla cuando te calmes.

Un mes antes...

Dan se sentía bastante fuerte, en las últimas semanas su panza parecía haber crecido mucho más que antes. Ganó bastante peso, sus mejillas estaban rosadas y redondas, se veía mucho más bonito y joven que antes. El omega se estaba vistiendo para salir cuando se dio cuenta de la mirada de Jaekyung sobre él.

—¿Tengo algo malo? —preguntó preocupado. Sabía que se sentía inseguro por su cuerpo, en las últimas ocasiones en las que habían tenido sexo parecía más tímido de lo usual y prefería mantener la luz apagada.

—¿En qué momento te creció tanto el culo? —Jaekyung apretó sus nalgas haciendo que soltará un pequeño grito. —Hace tiempo que no me dejas verte, ¿acaso quieres castigarme?

—¡Jaekyung...! No, no... basta.

—¿Por qué? Siempre te ha gustado que te toque, no es muy diferente ahora —. Acarició su entrada con mucho cuidado haciendo que Dan se estremeciera con su toque. —ya has comenzado a humedecerte para mí, creo que estás bastante ansioso por esto.

Dan soltó un pequeño grito cuando sintió a Jaekyung lamer su agujero, no era la primera vez que lo hacía pero siempre le había resultado bastante extraño y no sabía de donde venía tal afición; cada vez que pasaba eso sentía que su autocontrol se iba al carajo y se venía bastante rápido.

Jae lo reclinó contra la pared para poder penetrarlo más fácil, debía aprovechar tanto como pudiese pues en cuanto Dan diese a luz seguiría una ardua recuperación, no sabía cuánto tiempo tardaría en estar listo nuevamente para tener sexo.

El alfa había tenido mucho sexo a lo largo de su vida, lo necesitaba para continuar. Su maldición estaba ahí desde que era joven, al estar con Dan disfrutaba tanto que al terminar se sentía muy relajado por lo que era capaz de dormir bien, para cuando ellos se conocieron Jaekyung tenía suerte si lograba dormir más de dos horas por noche. Ahora era perfectamente capaz de hacer una noche completa: más allá de tener sexo o no.

Se debía a Dan, a lo en calma que se sentía su cerebro al estar juntos. La situación solo había mejorado después de hacer la marca por primera vez. En el fondo Jaekyung sentía un poco de miedo por eso, temía estar tan apegado a Dan que si el llegase a irse en algún momento volvería a las noches largas de insomnio.

—Ah, vamos a la cama por favor.

Jaekyung lo cargó para llevarlo hasta ella, para este punto Dan solo podía montarlo sin sentirse incomodo por el nuevo peso agregado, tampoco podían hacerlo con mucha fuerza. Y ya la doctora les había advertido el tener que cesar las relaciones para el final del parto por miedo a que ayudase a adelantarlo.

Del odio al amor - JinxWhere stories live. Discover now