Del odio al amor - Jinx

Capítulo XXIV

Una semana antes...

Cuando Dan estuvo más calmado, Jaekyung intentó hablar con él sobre lo que había pasado en el restaurante pero cada vez que sacaba el tema Dan lo evadía, ya no podía seguir así, necesitaba saber que carajos había pasado porque desde ese día parecía que el omega estaba cada vez más abstraído en un mundo al que Jaekyung no tenía acceso.

—Dan, ya no soportaré este secretismo, dime que fue lo que pasó en el restaurante.

—¿Por qué quieres saberlo?

—Merezco saberlo. ¿Acaso crees que no tenía ganas de arrancar su cabeza por hacer que mi omega y mi cachorra se sintieran amenazados? Me considero un hombre bastante racional y es la única razón por la que no estoy en la cárcel en este momento.

—Ya te lo dije, solía ser mi jefe.

—¿Cuándo?

—Cuándo hice mis pasantías. A duras penas pude terminarlas, incluso me ofrecieron quedarme de forma permanente. Todo iba bien, de verdad que sí, por primera vez en mi vida las cosas salían como debían.

—¿Qué pasó?

—Soy un omega, qué esperas que pasará. El doctor Choi era mi superior, siempre hacía comentarios inapropiados sobre mí pero yo trataba de ignorarlo. No era diferente a lo que decía la gente en la calle, solo que no esperaba que él...

—¿Te tocó?

—No llegó muy lejos, pero una enfermera nos vio. Ella no hizo nada para ayudarme a pesar de haberle pedido ayuda, le supliqué pero solo se dio la vuelta. No quería perder su trabajo como yo lo hice pocos días después, Choi tenía miedo de que lo denunciara.

—¿Por qué no lo hiciste?

—Porque él tiene razón, yo solo soy un omega recesivo, estoy en lo más bajo de las clases sociales. A nosotros no nos creen cuando vamos a la policía. Así funcionan las cosas, siempre se lo digo pero usted no me escucha. —Jaekyung no dijo nada, no sabía que decir para hacerlo sentir mejor y el silencio siempre había sido preferible a que él abriese la boca. —Lo peor de todo esto es que él tuvo razón al final: solo soy otro omega que se acuesta con su jefe por dinero, solo que ahora tengo un bebé que prueba mis equivocaciones.

—Kim Dan, no vuelvas...

—Estoy cansado, quiero dormir. Buenas noches.

*

Todo empezó a ir mal cuando Dan dejó de soportar todo el dolor que sentía, su cuerpo se estaba expandiendo para hacerle espacio a la criatura, no era un proceso tan pausado como sucedería en una mujer beta, todo ocurría el doble de rápido y con el doble de dolor. Pasaba casi todo el día acostado durmiendo porque era la mejor manera de no sentir nada.

Las noches eran las peores de todas: Dan no dejaba de moverse, se quejaba de dolor y cansancio, en consecuencia Jaekyung tampoco podía dormir. Sentía que su insomnio había regresado y otra vez era el hombre que apenas dormía un par de horas por noche.

No mejoró nada cuando la gente del gimnasio no paraba de venir para ver cómo estaba Dan, los regalos llegaban sin cesar, había cosas de bebés por todos lados y la gente comenzaba a hostigar a Jaekyung con preguntas que no sabía responder y tampoco quería hacerlo.

—No sé por qué llora tanto, le dimos de comer y está seco. Tal vez solo tenga sueño.

—No debiste aceptar cuidar del bebé, de nuevo.

—No podía negarle este favor a Mila, me haría sentir muy mal después de todo lo que me ha ayudado, entiéndelo por favor.

Jaekyung quería hacerlo, quería entenderlo pero no podía cuando el bebé no para de llorar. Dan ya no podía cargarlo así que tenía que hacerlo él. No importa lo que hiciera no paraba de llorar, Dan se quejaba y todo a su alrededor era un maldito caos.