Capítulo XXII

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Dos meses antes...

Dan tenía cinco meses de embarazo, Jaekyung no había podido hacer gran control de daños por lo que la noticia se esparció como pólvora; las personas con las que trabajaba en varias áreas enviaban obsequios y cientos de tarjetas de felicitación. Estaba harto de ello. Toda su casa, su espacio estaba siendo invadido por un cachorro que ni siquiera había nacido aún.

Eso tenía sus nervios de punto, sin contar el hecho de que en este punto era demasiado riesgoso para Dan y el bebé andar haciendo esfuerzos extras por lo que pasaba la mayor parte del tiempo en casa vigilando que Dan no hiciera nada que no debiese.

Su paranoia había llegado tan lejos que una enfermera comenzó a ir a la casa con regularidad solo para asegurarse del bienestar de Dan y el bebé.

—Tengo que salir pero no me esperes despierto.

—Oh, está bien. ¿A dónde vas? —Dan ni siquiera le estaba prestando verdadera atención, solo preguntaba por cortesía, estaba demasiado enfocado en acariciar su vientre. Jaekyung había leído que su panza se pondría enorme y poco... atractiva, pero Dan parecía ir en contra de las leyes al verse jodidamente lindo con su pancita.

—A la clase parental.

Otra grandiosa idea de Kim Dan, cuando vio toda la ansiedad que le provocaba tal asunto se aprovechó de sus temores por ser padre para inscribirlo en una clase de padres primerizos. Se dijo a si mismo que haría el intento, por ellos... por ser un buen alfa de familia. Pero nada más poner un pie en la maldita clase lo hicieron cargar un muñeco para que simulara un mocoso de verdad.

¡Hasta lloraba!

Después de un...

—Qué lindo papito tenemos aquí —dicho por la maestra. Jaekyung tomó su bolso y se fue del lugar.

Ahora cada vez que necesitaba un escape de su propia casa decía que iba a la clase y solo se quedaba dando vueltas por ahí para desestresarse y volvía pasado el tiempo adecuado. Nunca antes había fingido hacer algo que en primer lugar nunca quiso, tenía muchas ganas de mandar a Dan a la mierda, pero se amarró la lengua y siguió adelante con su pequeña mentira para mantenerlo en calma.

—¿De casualidad te refieres a las clases a las que no estás yendo?

Mierda.

Jaekyung se giró y solo lo observó en silencio, ni siquiera lo estaba viendo, seguía sobando su panza como si nada. Se resignó, lo había intentado y al menos esperaba que Dan viera eso como un punto a su favor aunque lo dudaba muchísimo.

—Bien, no fui.

—Nunca fuiste.

—Sí.

—¿Por qué? Eras tú el que estaba preocupado por hacerlo bien y tuviste una crisis de ansiedad por eso. Se supone que en esas clases te enseñarían algunas cosas para no estar perdido.

—¡No me gusta que me obliguen a hacer cosas que no quiero, Kim Dan! —gritó. Dan dejó de moverse y se echó atrás en la cama. Jaekyung tragó la saliva acumulada, se arrepintió al instante.

—Sé que no quieres hacer nada de esto —dijo con una voz tan pequeñita que Jaekyung apenas pudo escucharlo. —Pero fuiste tú quien decidió hacerse responsable, yo no te lo pedí. Estaba bastante bien en el apartamento, por mi cuenta. Me conoces, sabes que puedo arreglármelas por mi cuenta.

—Dan...

—Solo tienes que decirlo y saldré de esta casa, no te obligaré a hacer nada más que no quieras.

Jaekyung dejó caer las llaves y fue hasta la cama, se sentó e intentó tomar una de las manos de Dan pero este lo esquivo.

—No quiero que te vayas, ninguno de los dos. Me estoy esforzando, Dan.

Del odio al amor - Jinxحيث تعيش القصص. اكتشف الآن