Capítulo XVI

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—¿Por qué hizo eso?

Dan estaba recogiendo sus cosas a toda prisa, no podía creer el show que había hecho Jaekyung. Había un acuerdo por parte de ambos donde se especificó que ninguno de los miembros de Team Black debían enterarse de su relación, y ahora el alfa la divulgaba a su antojo.

—¿Ahora estás molesto? Yo solo dije la verdad.

—¡No! Cómo cree que voy a estar molesto porque les dijo a todos que tal vez este embarazado de mi jefe.

—El sarcasmo no te queda bien.

—¡Pues que mal!

Dan subio la correa de su bolso y comenzó a caminar a la salida. Los chicos lo miraban como si fuesen a tener una conversación más tarde, ninguno de ellos debía estar muy de acuerdo en su relación... ¿y como lo estarían después de que Dan llegó con el rostro morado por su culpa?

—¿Y adonde crees que vas?

—Al apartamento.

—¿Por qué?

—Ahí es donde vivo. Mientras mantengamos la distancia estaremos bien, la marca no puede ser para siempre.

Ni siquiera lo dejó decir nada más, solo se fue. Jaekyung estaba molesto, no podía creer que se atreviera a darle la espalda como si él no fuese importante. Volvió al gimnasio y todos seguían con sus miradas chismosas sobre él.

—¿Por qué todos me están viendo? ¿No tiene nada mejor que hacer?

Solo recogió sus cosas y salió echo una furia de ahí. Dan lograba sacarlo de sus casillas, a pesar de ello, debajo de su piel había un cosquilleo que lo recorría de pies a cabezas: su Omega se había ido y lo había dejado. El lazo comenzaba a afectarle sus pensamientos.

Así fue como terminó en la puerta de Dan, de nuevo.

—¡Ábreme ya!

—Deje de hacer escándalo. Este no es su penhouse, aquí la gente si llamará a la policía y terminará muy mal para usted.

Jaekyung pasó aún más molesto. No le gustaba ese apartamento, se sentía sofocado con lo pequeño que podía ser. Apenas y cabía una persona ahí. Dan se acercó por detrás y le quitó la chaqueta, la dobló con mucho cuidado y la dejó sobre el brazo del diminuto sofá.

—¿Tiene hambre?

—¿Envenenarás la comida?

—No debería tentarme.

A Jaekyung no le gustaba la sensación que dejaba en su corazón el hecho de estar sentado junto a Dan comiendo como si nada había pasado, en los últimos meses todo había sido un vaivén de emociones que en su mayoría no sabía identificar.

—¿Cuándo vas a hacerte la prueba?

—Ya le dije que en quince días.

—Es mucho tiempo.

—¿Qué le pasa? Desde cuándo está tan urgido por tener un hijo. —Jaekyung se quedó en silencio, no sabía porque estaba pensando en eso pero debía ser un efecto secundario del lazo. Todo lobo debía formar una familia una vez tuviese a su Omega, era lo que el instinto les demandaba. —Le recuerdo que siempre dijo que yo no era precisamente digno de tal honor... Y que no haría más que hacerlo sentir humillado.

—Yo no usé esas palabras.

—Fueron bastante parecidas según recuerdo.

—Eso fue antes, y esto es ahora. ¿Qué importa eso?

—Me importa a mí porque cada vez que decía algo como eso me hacía sentir muy humillado. No lo hace diferente a cualquier otra persona que haya conocido antes.  Ahora usted es mi alfa y mi lobo intenta dejarlo atrás, pero Jaekyung no es el único que intenta luchar contra su propia naturaleza.

Del odio al amor - JinxWhere stories live. Discover now