Cincuenta.

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It's bittersweet to think about the damage that we do
'Cause I was going down, but I was doing it with you.

La jueza, una mujer de cabello gris y expresión seria, examinaba detenidamente los documentos y escuchaba atentamente los argumentos de ambos padres. La tensión en la sala era palpable mientras esperaban la decisión que cambiaría sus vidas.

Finalmente, la jueza alzó la vista de los documentos y miró a Evelyn y Arthur. Su voz era firme pero compasiva cuando anunció su veredicto:

—Después de revisar cuidadosamente los informes y testimonios presentados en este caso, he llegado a una decisión. La custodia de Arthur Jr Leclerc se otorgará a la madre, la Sra. Evelyn Albon. Sin embargo, reconociendo la importancia de la relación entre el niño y su padre, el Sr. Arthur Leclerc tendrá derecho a una custodia compartida.

Evelyn exhaló un suspiro de alivio mientras Arthur mantenía su mirada en la jueza, asimilando la noticia. La jueza continuó.

—Los detalles exactos de los arreglos de custodia compartida, incluyendo los días y horarios de visitación del Sr. Leclerc, serán determinados por ambas partes y presentados ante este tribunal en un plazo de treinta días. Ambos padres deben colaborar en el mejor interés del niño y garantizar una transición lo más suave posible.

Evelyn y Arthur asintieron en señal de acuerdo, mientras sus abogados comenzaban a discutir los detalles de la custodia compartida. La decisión de la jueza era un alivio para Evelyn, quien había temido perder por completo a su hijo. Sin embargo, también sabía que la situación sería un desafío para todos, incluyendo al pequeño Arthur Jr.

Cuando la sesión concluyó, Evelyn tomó en sus brazos a su hijo y le dio un beso en la mejilla. Sabía que enfrentarían tiempos difíciles por delante, pero estaba determinada a brindarle la mejor vida posible a su pequeño.

Arthur, por su parte, se acercó a Evelyn después de la audiencia.

—Evelyn, comenzó con sinceridad, quiero que sepas que respetaré esta decisión y haré todo lo posible para ser un buen padre para Arthur Jr. A pesar de nuestras diferencias, él merece tenernos a ambos en su vida.

Evelyn asintió, sus ojos mostrando una mezcla de emociones.

—Gracias, Arthur. Por el bien de nuestro hijo, espero que podamos encontrar una manera de llevarnos bien como padres, incluso si no podemos estar juntos como pareja.

La tensión en la sala era palpable mientras los dos se enfrentaban a la nueva realidad de su vida compartida como padres separados. A Evelyn le dolía, pero estaría bien, podía estar tranquila sabiendo que su hijo estaría con ella y nada los separaría. 

Arthur se comenzó a alejar, en su lugar se acercó Oscar a ellos. Arthur observaba a lo lejos, sintiendo una mezcla de emociones. Desde la distancia, la escena parecía sacada de una película, con Evelyn y Oscar luciendo como una familia feliz. Las risas de Arthur Jr llenaban el aire, y no pudo evitar pensar en todo lo que se había perdido.

—Evelyn, este día es perfecto, pero no se compara a ustedes, los adoro, de verdad, esperaba que este pequeño de luz pudiera estar contigo.

Evelyn sonrió y le respondió con ternura.

— Gracias Oscar, todo se debe a ti.

Arthur sintió un nudo en la garganta mientras escuchaba sus palabras. Se dio cuenta de que había perdido a la mujer de su vida, y la culpa lo atormentaba. Había tomado decisiones impulsivas y egoístas que habían llevado a esta situación.

Arthur se retiró lentamente del lugar. Se sintió abrumado por la tristeza y la culpa. Sabía que tenía mucho que hacer para enmendar las cosas, pero también sabía que sería un camino difícil.

(...)

El juicio había terminado, y Arthur se encontraba fuera del tribunal, sumido en sus pensamientos. La jueza había tomado una decisión que lo había tomado por sorpresa: Arthur Jr se quedaría con Evelyn, pero tendría derecho a convivir con él al menos algunos días a la semana. Era una victoria agridulce, ya que significaba que podría seguir siendo parte de la vida de su hijo, pero también significaba que Evelyn tendría la custodia principal.

Mientras Arthur reflexionaba sobre la situación, su madre, Isabelle, se acercó a él. Podía ver la angustia en los ojos de su hijo y decidió hablarle con cariño.

—Arthur, sé que esto ha sido difícil para ti, pero quiero que sepas que siempre te apoyaré en lo que sea que decidas hacer.

Arthur suspiró y se volvió hacia su madre. La sinceridad en sus ojos era palpable.

—Mamá, hoy vi a Evelyn con Oscar, y parecían tan felices juntos. Vi a Arthur Jr riendo y disfrutando del tiempo con ellos. Me di cuenta de que, aunque siempre quise ser un buen padre para él, he estado demasiado centrado en mí mismo, en mis errores y mi orgullo. He perdido a Evelyn, mamá, y eso me duele más de lo que puedo expresar.

Isabelle puso una mano en el hombro de su hijo y le miró con comprensión.

—Arthur, el amor puede ser complicado, y las decisiones que tomamos pueden tener consecuencias. Lo importante ahora es aprender de tus errores y ser un buen padre para Arthur Jr. Aún puedes ser parte de su vida y verlo crecer.

Arthur asintió, agradecido por el apoyo de su madre.

—Tienes razón, mamá. Haré todo lo que esté a mi alcance para ser un buen padre. Pero hoy, me he dado cuenta de lo profundamente que amaba a Evelyn, y me duele tanto haberla perdido.

Isabelle abrazó a su hijo mientras las lágrimas llenaban los ojos de Arthur. Sabía que su hijo estaba sufriendo, pero también sabía que había aprendido una lección valiosa sobre el amor y la importancia de ser sincero consigo mismo.

Yeah, everything we broke, and all the trouble that we made
But I say that I hate you with a smile on my face.

The One | Arthur Leclerc.Where stories live. Discover now