Treinta y cinco.

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Apenas un día había pasado desde que Arthur había terminado con Evelyn, era increíble como ahora tenía su mente despejada y su ex amada no le importaba, o eso fingía. Por eso al día siguiente, en cuánto amaneció Arthur reunió a sus hermanos, Charles y Lorenzo, en la terraza de su casa. Había decidido dar un paso importante en su vida y necesitaba contarles.

La brisa del mar acariciaba sus rostros mientras los tres hermanos se sentaban en la terraza, frente a la inmensidad del horizonte. Arthur tomó aire profundamente antes de comenzar a hablar, sus palabras resonando en el silencio de la mañana.

- Chicos.- Comenzó con determinación.- Tengo que decirles algo. He tomado una decisión.

El sol apenas comenzaba a elevarse en el cielo, y la luz dorada reflejada en el agua creaba destellos brillantes que iluminaban el ambiente, pero dentro de Arthur había una sombra de pesar que no podía evitar proyectar.

Los ojos de Charles y Lorenzo se posaron en su hermano mayor, sus miradas llenas de preocupación y curiosidad, mientras esperaban ansiosamente escuchar lo que tenía que decir.

- ¿Qué pasa, Arthur?- Preguntó Lorenzo con precaución, notando la seriedad en la voz de su hermano.

Arthur suspiró profundamente antes de continuar. 

- Terminé con Evelyn. Hemos decidido seguir caminos separados.

La noticia cayó como un peso en el pecho de Charles y Lorenzo. No se esperaban esta revelación, y aunque sabían que la relación entre Arthur y Evelyn había pasado por momentos difíciles, nunca pensaron que llegaría a este extremo.

Los segundos se hicieron eternos mientras los hermanos procesaban la noticia. La terraza parecía haberse llenado de un silencio opresivo, solo interrumpido por el sonido suave de las olas rompiendo en la orilla.

- Arthur, ¿estás seguro de que esto es lo correcto? -  preguntó Charles, preocupado por su hermano mayor.

Arthur asintió con firmeza, su mirada perdida en el horizonte. 

- Sí, Charles. Necesito vivir mi vida, disfrutar de mi juventud. No puedo quedarme atrapado en el pasado.

El viento soplaba suavemente, revolviendo sus cabellos mientras compartían este momento crucial. Las palabras de Arthur colgaban en el aire, dejando un eco de incertidumbre y dolor en su paso.

Antes de que Charles pudiera responder, Lorenzo se preparaba para compartir el secreto que nadie parecía tener interés en revelarle a Arthur. 

- Arthur, debes saber qué..

Dijo Lorenzo, pero su hermano lo interrumpió, su necesidad de expresar su decisión era palpable.

"Lo siento, Lorenzo, sé que querías decir algo.- Dijo Arthur con pesar.- Pero necesito que me apoyen en esta decisión. Necesito un nuevo comienzo.

Los ojos de Arthur se encontraron con los de sus hermanos, buscando comprensión y respaldo en sus miradas. Charles y Lorenzo intercambiaron miradas preocupadas, pero finalmente asintieron. Si Arthur creía que esto era lo mejor para él, entonces ellos lo apoyarían en su decisión.

- Está bien, Arthur.- Dijo Charles finalmente, poniendo una mano en el hombro de su hermano.- Te apoyaremos en lo que necesites.

Lorenzo no pudo contenerse más y, sintiendo la necesidad de expresar su preocupación, intervino. 

- Arthur, entiendo que quieras vivir tu vida, pero eso no significa que debas huir de tus responsabilidades.

Las palabras de Lorenzo resonaron en la terraza como un eco de autoridad fraternal. Charles asintió en acuerdo, reflejando la misma preocupación en su mirada.

Arthur sintió una punzada de frustración y enojo al escuchar las palabras de su hermano mayor. 

- No necesito un sermón, Lorenzo. Estoy haciendo lo que creo que es lo mejor para mí.

Lorenzo, sin embargo, no se detuvo y continuó con firmeza. 

- Arthur, no puedes ignorar las consecuencias de tus acciones. Hay algo que debes saber...

Antes de que Lorenzo pudiera terminar su frase, Arthur lo interrumpió bruscamente. 

- ¡No quiero escucharlo, Lorenzo! Estoy harto de que todos intenten decirme qué hacer con mi vida.

La tensión en el aire era palpable mientras los tres hermanos se miraban entre sí. Lorenzo parecía determinado a comunicar algo importante, mientras que Arthur estaba decidido a bloquear cualquier intento de consejo.

Charles, viendo el conflicto que se avecinaba, trató de mediar. 

- Chicos, calmémonos. Arthur, tal vez deberías escuchar lo que Lorenzo tiene que decir.

Sin embargo, Arthur se puso de pie con rapidez y comenzó a alejarse de la terraza. 

- No necesito escuchar nada más. Voy a vivir mi vida como yo quiera.

La discusión había terminado por parte de Arthur, pero la tensión entre los hermanos persistía en la terraza incluso después de que Arthur se hubiera alejado. Lorenzo y Charles se quedaron allí, mirando en silencio el lugar donde había estado su hermano menor.

Lorenzo suspiró profundamente, finalmente rompiendo el silencio. 

- Charles, no estoy seguro de que ocultarle la verdad a Arthur sea lo correcto.

Charles, aunque comprendía la preocupación de su hermano mayor, también tenía sus propias reservas. 

- Lorenzo, Evelyn decidió no decirle a Arthur sobre su hijo por una razón. Tal vez deberíamos respetar esa elección, se lo contó a Alex en la mañana, ella no quiere interferir ni que su hijo se sienta un estorbo. 

La mirada de Lorenzo se volvió inquisitiva. 

- ¿Y si esa elección está equivocada? ¿Y si Arthur merece saber la verdad?

Charles reflexionó durante un momento antes de responder. 

- Lorenzo, Evelyn y Arthur están pasando por un momento difícil. No quiero empeorar las cosas al revelar algo que podría hacer que las cosas sean aún más complicadas.

Lorenzo asintió lentamente, reconociendo la validez de las palabras de su hermano menor. 

- Tienes razón, Charles, pero me preocupa que Arthur se aleje aún más si descubre que le han ocultado algo tan importante.

La discusión de los hermanos estaba lejos de haberse resuelto, y la tensión persistía en la terraza. Charles y Lorenzo compartían preocupaciones legítimas, pero también estaban conscientes de que la situación era complicada y delicada.

The One | Arthur Leclerc.Where stories live. Discover now