Treinta y cuatro.

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I still remember the look on your face, lit through the darkness at 1:58
The words that you whispered for just us to know
you told me you loved me, so why did you go away?

El sonido de las risas y el bullicio llenaba la elegante sala de estar de la casa de Lorenzo. La atmósfera estaba cargada de emoción y anticipación mientras la familia y los amigos cercanos se reunían para planificar la boda de Lorenzo y Allison, una pareja que había enfrentado desafíos y obstáculos para llegar hasta este momento.

Ellos se habían comprometido antes del regreso de Arthur, ahora que él estaba podían dar marcha a la boda con calma por el hecho de que el hermano y familiar más importante estaba de vuelta. 

Allison estaba rodeada de sus amigas, todas vestidas con vestidos elegantes mientras revisaban catálogos de vestidos de novia y hacían planes para la despedida de soltera. Evelyn, quién se había convertido en mejor amiga de Allison, estaba a su lado y le sostenía la mano con cariño.

Era el único defecto que veía la familia de Arthur, pero a Lorenzo y Allison no le importó, ellos querían a toda costa que pudieran reconciliarse y ser una familia, sobretodo por el pequeño Arthur.

- Estoy tan emocionada por ti, Allison. Será una boda maravillosa.

- ¡Gracias, Evie! Y estoy muy feliz de que hayas aceptado ser mi madrina de honor.

- ¿Tú y Lorenzo ya escogieron padrino? Creí que sería Charles.- Preguntó Evelyn hojeando el libro.

- ¡Sí! Lorenzo propuso que fuera Arthur. ¿No te agrada la idea?

Evelyn asintió, sintiendo una mezcla de alegría y nerviosismo. Aunque estaba encantada de ser la madrina de honor de su mejor amiga, no podía evitar sentir una ligera incomodidad por la presencia de Arthur, el padrino de Lorenzo. Habían pasado tanto tiempo separados, y ahora iban a tener que trabajar juntos en la planificación de la boda.

Hace sólo unos días que Lorenzo se lo había propuesto a Arthur, él acepto porque no tenía ni la menor idea de quién sería la madrina, lo descubrirían en la cena está noche con la familia Leclerc.

(...)

Las elegantes luces colgantes iluminaban el jardín trasero de la casa de los Leclerc, creando un ambiente cálido y acogedor para la cena de compromiso de Lorenzo y Allison. La mesa estaba bellamente decorada con flores frescas y velas parpadeantes. Los invitados se reunieron alrededor, disfrutando de la conversación animada y los deliciosos aperitivos mientras esperaban la llegada de los anfitriones de la noche.

Evelyn se encontraba de pie cerca del extremo de la mesa, conversando con algunos amigos de Allison. Arthur estaba en la parte opuesta del jardín, hablando con Pierre, Charles y otros conocidos. La tensión en el aire era palpable, y ambos eran conscientes de que pronto estarían en la misma mesa, compartiendo un evento importante en la vida de sus amigos.

Evelyn había decidido que dejaría a su pequeño bajo el cargo de Checo y Carola, quiénes se ofrecieron a cuidarlo sin problema y eran consentidos de la familia Pérez y los pequeños amaban tenerlo en casa. 

Cuando finalmente llegaron Lorenzo y Allison, la atención se centró en la feliz pareja. Todos aplaudieron y brindaron por ellos mientras se dirigían a la mesa principal. Evelyn y Arthur intercambiaron miradas fugaces, pero no dijeron una palabra el uno al otro.

- ¡Gracias a todos por estar aquí esta noche! Allison y yo estamos muy emocionados de compartir este momento con todos ustedes.

- Y quiero agradecer especialmente a Evelyn, mi increíble madrina de honor, por su apoyo inquebrantable en la planificación de esta boda.

Evelyn asintió con una sonrisa, agradecida por las palabras de su amiga. Arthur, por otro lado, sintió una oleada de incomodidad al darse cuenta de que Evelyn era la madrina de honor de Allison. Había estado tan centrado en su propia experiencia en la boda que no había considerado el papel de Evelyn en todo esto.

A medida que avanzaba la cena, la tensión entre Evelyn y Arthur se hacía más evidente. Evitaban mirarse directamente y solo intercambiaban palabras cuando era estrictamente necesario. Los amigos y familiares notaron la dinámica incómoda, pero nadie mencionó nada en ese momento.

Después de la cena, mientras los invitados felicitaban y llenaban de amor a la pareja, Evelyn aprovechó el momento para acercarse a Arthur, quería hablar con él; tal vez decirle que lo amaba. 

- Arthur, tenemos que hablar de esto.- Dijo Evelyn detrás de Arthur, rompió el hielo y finalmente pudo intercambiar palabras con él.

Arthur la miró con intensidad, sus ojos reflejando una mezcla de coraje y tristeza. Tomó un sorbo de vino antes de responder.

- ¿Qué quieres que hablemos, Evelyn? Ya sabes cómo me siento al respecto.

- Lo sé, pero no podemos seguir así. No quiero que esto arruine lo que teníamos.. 

- Esto ya no se trata solo de nuestra amistad ni amor, Evelyn.- Cruzó sus brazos. 

- Pero si realmente significamos algo el uno para el otro, debemos encontrar una manera de superar esto.

La voz de Evelyn comenzaba a quebrarse y ella a mostrarse más débil.

La discusión comenzó de manera civilizada, pero la tensión aumentaba con cada palabra que compartían. Los sentimientos reprimidos y las acusaciones salieron a flote.

- Evelyn, yo... nunca quise herirte de esta manera. Pero tú... tú...

- ¿Yo qué, Arthur? ¿Qué estás tratando de decir? 

- ¡Actuaste de manera que jamás creí que lo harías! ¿Qué crees que haces cuando llegas y descubres que la mujer que más amas tiene un hijo?

-  Fue una decisión egoísta, lo sé, pero lo hice porque no quería que sufrieras por mi culpa.

Las palabras se volvieron más duras a medida que compartieron sus heridas y resentimientos. El dolor y la frustración que habían estado guardando durante tanto tiempo finalmente explotaron.

- No me importa tu justificación, Evelyn. Esto no tiene excusa.

La discusión se volvió más intensa, y Evelyn pudo ver el coraje en los ojos de Arthur.

- Arthur, ¿esto significa que... que vamos a terminar?

Arthur se mantuvo en silencio algunos segundos, tenía frialdad en su expresión y ella lo notó al instante.

- Sí, Evelyn, eso significa que terminamos.

Las palabras de Arthur resonaron en el aire, y un dolor agudo llenó el corazón de Evelyn. Se dio cuenta de que había perdido a Arthur para siempre.

- Entonces, esto es adiós, ¿verdad? - Ella no lo creía, tenía lágrimas en los ojos, su corazón estaba destrozado. 

- Lo entendiste bien, Evelyn. Adiós.

La discusión llegó a su fin, Arthur sin mirar atrás, dejó a Evelyn sola en el mismo lugar donde habían estado discutiendo. Evelyn, destrozada por la conversación, se derrumbó en ese mismo lugar, sintiéndose completamente rota.

1:58 de la madrugada, la fiesta había terminado, pero para Evelyn había terminado algo más, su vida, su amor, y su esperanza de que su bebé tuviera un padre. 

I never thought we'd have a last kiss, never imagined we'd end like this
Your name, forever the name on my lips.

The One | Arthur Leclerc.Tempat cerita menjadi hidup. Temukan sekarang