CAPÍTULO 47

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A pedido de ustedes, y en disculpas por demorar tanto en actualizar... les dejo este capítulo extra... un capitulo que va a dejarlos sin aliento... jajajajaja eso espero.

TRINIDAD

Lavo mi cara con agua fría para borrar los rastros del llanto y las lágrimas que me inundaron minutos atrás.

En mi mente resuenan una y otra vez las palabras del diario de Angélica. Las revelaciones de aquella última, hoja han sido demasiado abrumadoras como para digerirlas tan de golpe.

Intento imaginar el dolor inmenso de aquella muchacha y mi pecho se estremece. ¡Cuán triste e injusta ha sido la vida de Angélica Montemayor!

La llegada inesperada de Bruno me saca de mi sentimentalismo y compasión de aquella historia del pasado para traerme nuevamente a la realidad.

Me demoro unos minutos en salir a la cocina intentando recuperar la compostura y que mis ojos no delaten mis lágrimas.

Al entrar lo encuentro cómodamente sentado en la cocina charlando con mi madre, tomando café. Una puntada me golpea el corazón al sentir aquella escena como algo que anhelaría se repitiera toda la vida, y a la vez, una imagen que sé es imposible.

Intento mantener la compostura y sonreír mientras recibo el hermoso regalo. Me muestro agradecida de manera sincera, aunque su presencia y mirada me confunden más que aquel hermoso y costoso regalo.

Sentada en la cocina, frente a Bruno y mi madre, mi mente no ha logrado separarse de las páginas de aquel diario que descansa a unos metros de distancia, allá en mi dormitorio.

Algo inexplicable en mi pecho, me dice que, de alguna manera, la historia de Angélica y Evaristo puede tener alguna incidencia en su trájica muerte.

La vida de Contreras ha sido más compleja de lo que todos imaginamos.

Un viejo amor frustrado, un hijo perdido, un matrimonio obligado por un embarazo inesperado... en resumen: una vida infeliz.

Cada vez más y más me pregunto si Reinoso no tendrá razón en su sentencia del caso como suicidio. ¿Quién querría vivir entre tantas mentiras, engaños dolorosos, muertes y perdidas?

Quiero contarle a Bruno sobre el diario y mis sospechas, él más que nadie necesitaba saber sobre aquella historia del pasado de Evaristo Contreras. Quizás hay más datos en el diario que he omitido, detalles que investigar, fechas, lugares. Con la experiencia de Bruno podría armar el rompecabezas completo y todo saldría a la luz.

Cuando iba a decirle lo que había descubierto, mi corazón detuvo sus latidos al oír: "Tenía muchas ganas de verte" "Me encanta pasar tiempo contigo"

¿Acaso había escuchado bien? ¿Bruno Altamirano estaba coqueteando conmigo?

Al mirarlo directo a los ojos un fuego se encendió en mi interior. Esa mirada intensa, fija sobre mí, me indicó que él no estaba bromeando. Ese brillo en sus ojos, más su simpática sonrisa... ¿Bruno se estaba por declarar?

¡No, no, no! No podía permitirlo.

Además... ¿Qué iba a responderle?

Mi corazón se derretía ante la idea de que una chica como yo, simple y sencilla de pueblo, pudiera haber despertado sentimientos románticos en un hombre como él. No podía negarlo, mi corazón comenzaba a enamorarse también.

Por otro lado, mi mente sabía que nada bueno resultaría en mi vida en una relación con Bruno. Su trabajo era su prioridad, un trabajo lleno de peligros y violencia, además de su falta de fe y apatía hacia Dios. A su lado, solo estaría condenada al fracaso y al sufrimiento.

Un lugar olvidado (COMPLETA)Where stories live. Discover now