Esa noche de Halloween lo fue todo, fue el día en que su futuro había sido definido por completo, sin posibilidad a cambios. Harry Potter no era el niño que vivió, era su hermano. Los Potter no eran lo que aparentaban, los que parecían ser malos no...
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Dumbledore continuó observando el punto por donde Severus había salido de su oficina, reflexionando sobre la situación. Sabía que no sería fácil para el profesor de Pociones aceptara la ayuda de Kazumi, pero confiaba en que con el tiempo y la colaboración, podrían llegar a un entendimiento beneficioso para Harry. Una sonrisa buchona apareció en el rostro del director cuando recordó que el puesto de profesor de DCAO aún estaba libre.
Conjuró un tempus y vió la hora. Kazumi debería llegar pronto a reunirse con él. Albus tenía un presentimiento sobre esa reunión que había convocado. Aunque sabía que Kazumi no tenía planes de quedarse en Hogwarts más allá del verano, Dumbledore tenía fe en que la pudiera hacer cambiar de opinión.
Tras escuchar unos toques en la puerta de su oficina, Albus se levantó de la silla de su escritorio y abrió la puerta. Recibió con una sonrisa a la joven mujer frente a él.
—Bueno tenerte Kazumi. Pasa. —indicó el director mientras le señalaba a Kazumi donde tomar asiento. Albus Dumbledore se sentó en su escritorio.
—Me intriga saber para que me llamó, director. —Sonrió la mujer algo nerviosa.
Dumbledore mantuvo su expresión serena mientras observaba a Kazumi tomar asiento. Sabía que la joven estaba curiosa por el motivo de la reunión, y aunque quería mantener un ambiente relajado, también quería abordar el asunto con seriedad.
—Comprendo tu curiosidad, Kazumi —comenzó Dumbledore—. Quería hablar contigo sobre un asunto importante relacionado con Hogwarts.
Kazumi asintió, mostrando interés en las palabras del director.
—Pero primero me gustaría saber cómo has pasado tu estancia en esta escuela. —dijo Dumbledore sonriendo y tendiéndole un caramelo de limón a Kazumi, quien aceptó gustosa.
—El castillo es diferente a lo que tenía en mente. —Se sinceró Kazumi. —Aunque debo decir que es un lugar interesante. La oficina de Pomona es cálida, me gusta. Al igual que los invernaderos, obviado mi incidente del primer día que llegué.
—Entiendo. Es bueno que te guste.
—Si, lo es. También he aprendido bastante de Pomona. La herbología es uno de mis pasatiempos favoritos.
—Tengo entendido que en Mahoutokoro enseñabas Defensa. —Mencionó el director y Kazumi asintió. — ¿Sabes? Es una gran coincidencia que justo estemos necesitando un profesor de DCAO para Hogwarts. —Sonrió el director. —Sé que pensabas al acabar el verano, pero si gustas puedes extender tu estadía.
Kazumi se mostró claramente sorprendida por la sugerencia del director, su rostro reflejando una mezcla de emoción y asombro. Tomó un momento para procesar lo que había escuchado antes de responder.
—¿Está sugiriendo que me quede en Hogwarts como profesora de Defensa Contra las Artes Oscuras? —preguntó Kazumi con cautela, como si no estuviera segura de haber entendido correctamente.
