Esa noche de Halloween lo fue todo, fue el día en que su futuro había sido definido por completo, sin posibilidad a cambios. Harry Potter no era el niño que vivió, era su hermano. Los Potter no eran lo que aparentaban, los que parecían ser malos no...
End of a Sad Birthday — Fin de un triste cumpleaños
Oops! This image does not follow our content guidelines. To continue publishing, please remove it or upload a different image.
Algo dentro de Severus se revolvió al ver a la mujer pelirroja frente a él. No fue la misma sensación que había sentido otro puñado de veces, era completamente contraria. Siguió manteniendo su expresión ilegible, como siempre, pero esta vez no intentó ocultar algún tipo de nerviosismo que su femenina presencia siempre le había provocado, intentaba ocultar su clara molestia por ella. Ella había sido la causante de que Harry pasará un cumpleaños entre lágrimas. Lily era la culpable.
Había pasado el resto de la tarde preparando más de un pastel con Harry (debía admitirlo, no tenía habilidades pasteleras), pero tras diecisiete intentos, el cumpleañero y él habían logrado preparar uno aceptable, y para el momento en el que habían estado terminando de comer una porción del pastel, la puerta de su despacho sonó.
— Hola, Severus — saludó la madre de Harry.
— Ahora llamo a Harry — Respondió en seco Severus, retrocediendo unos pasos, ignorando a propósito su intento de saludo "amistoso". La pelirroja le sonrió levemente; ¿Cómo podía sonreír tras haber hecho miserable a su propio hijo? Se contuvo un gruñido.
Sus zapatos negros resonaron contra el suelo mientras se dirijía hacia su cocina. Ahí, dentro, se encontraba Harry con una pequeña sonrisa mientras comía lo que le quedaba de su porción de pastel. Él también sonrió, pero el gesto suave se esfumó tan rápido como recordó la indeseada llegada de la pelirroja en su despacho.
— Harry —, el niño levantó la cabeza y lo miró con ojos curiosos. Unos ojos verdes llenos de curiosidad e inocencia, pero que a su vez vislumbraban una tristeza que intentaba ahogar con felicidad —Tu madre ha llegado por ti.
—... pensé que me quedaría más tiempo — Harry dejó la cuchara en el plato ya vacío — ¿Puedo quedarme más tiempo? — Los ojos del niño brillaron con esperanza.
— Eso depende de Lily — Lamentablemente, pensó — Vamos — Severus le extendió una mano, Harry se bajó de la silla con una sonrisa triste, aferrándose a ella — Ve por tus cosas — el niño asintió, pero se mantuvo en su lugar un momento más antes de soltarlo e ir por sus cosas a su habitación.
En menos de dos minutos Harry ya estaba saliendo de la habitación sin notar que dejaba dos cartas bajo la cama.
Lily aún estaba parada frente a la puerta cuando a paso lento Harry se dirigió hacia ella, con la cabeza gacha. Severus notó que la pelirroja intentó abrazar a su hijo cuando se acercó a ella, pero el niño esquivó el gesto, tomándola de la muñeca y sujetándose a ella antes de que Lily se pusiera de pie, tomando su reacción como un gesto de cansancio y los sacó de los aposentos personales de Severus sin despedidas, hacia la oficina del Director.
Severus gruñó. Empezaba a odiar a Lily Potter, porque Lily Evans era una chica completamente diferente.
