| Harry Potter | El Legado del Inefable

Capítulo 42- Juicio en el Wizengamot

—El hombre es su propio creador de su cielo y de su infierno. Y no existen más demonios que los susurros de su propio ego.

Es importante mencionar que todos los derechos de autor de Harry Potter pertenecen a su autora, J.K. Rowling. Este fanfic es simplemente una adaptación de su historia y no pretende ser otra cosa.

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Una tos enfermiza comenzó a escucharse por toda la habitación. Unos ojos verdes sumidos en un cansancio eterno se abrieron lentamente al compás del reloj de arena a su lado y casi al instante, sus ojos volvieron a cerrarse ante la dolorosa luz del sol que se filtró delante de él. Cuando sus ojos se acostumbraron y sus sentidos se acentuaron, el ligero aroma de la medicina y pociones acaparó su olfato una vez más.

"Segunda vez aquí", pensó Harry. Una mueca se formó en sus labios cuando sus codos se afirmaron firmemente contra la cama para cambiar su postura. "Debería ser un récord."

—No deberías moverte en este estado, Harry —susurró una voz.

La mirada fruncida de Harry se suavizó cuando la melódica voz llenó su cerebro como si se tratara de una poción calmante. Sus ojos esmeralda fueron directamente hacia donde la luz del sol brillaba con fuerza, iluminando sus ojos cuando lo primero que se encontró fue el cabello liso y rubio de Daphne, iluminado con una fuerza cálida frente a la luz del sol que la golpeaba directamente. Sus ojos azules brillaban como el mar en un hermoso día de verano.

—No me duele el cuerpo —dijo Harry en un susurro cuando su voz no salió como lo deseaba.

—Seguro —respondió Daphne con una sonrisa. Sus labios rosados se humedecieron con el paso de su lengua—. Harry... ¿qué sucedió ese día?

Muchas cosas...

—Necesitaba saber...

—¿Qué cosa? —preguntó Daphne con curiosidad.

—Si Sirius Black asesinó a mis padres —respondió Harry. Casi de inmediato, la ira creciente en los ojos de Daphne desapareció cuando su mirada se suavizó una vez más.

—Harry... Eso fue demasiado peligroso... los Dementores... ellos...

—Conjura un Patronus —dijo Harry con una sonrisa, recibiendo con cariño la luz del sol que lo golpeaba en el cuerpo.

—¿Un Patronus? ¿C-cómo...?

—Expecto Patronum...

Harry, débilmente, alcanzó su varita y la levantó en el aire. Con un juego de movimiento que Daphne desconocía, un ligero brillo grisáceo iluminó la sala hasta que el Expecto Patronum de Harry apareció. Un enorme lince recorrió la sala en busca de peligro y, cuando no lo encontró, desapareció dejando una leve estela de copos de nieve a su alrededor.

—Es hermoso... —susurró Daphne, alzando su palma de la mano para intentar recoger un copo de nieve—. Un lince... ¿qué significa?

—Los Linces son conocidos por su astucia y agudeza mental. Excelentes cazadores y pueden resolver problemas complejos con facilidad. Aunque los Linces son criaturas solitarias y reservadas, también son animales cariñosos y, sobre todo, protectores con sus crías. Astutos e inteligentes. Amorosos, pero también feroces y capaces de infundir miedo en sus presas —murmuró Argus Firestick, quien acababa de entrar a la sala—. Tú debes de ser la Heredera de los Greengrass, ¿no es así? Harry me ha contado mucho de ti, ¿sabes?