| Harry Potter | El Legado del Inefable

Capítulo 7- El Juicio Revelador

—Creaste aquello que podía matarte, Voldemort.

Es importante mencionar que todos los derechos de autor de Harry Potter pertenecen a su autora, J.K. Rowling. Este fanfic es simplemente una adaptación de su historia y no pretende ser otra cosa.

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—Entonces... repite el plan —ordenó Harry mientras se lanzaba un hechizo cortante a sí mismo.

—Fuiste llevado por Scorpius al fondo del Bosque Prohibido con los estudiantes del ataque de anoche. Recibieron un ataque de bestias mágicas y yo logré rescatarte —repitió Blaise mientras alzaba una ceja—. Él quería matarte, pero no lo logró.

—Algo así. Si Dumbledore pregunta algo, yo responderé. Simplemente usa la máscara de la impotencia y yo me encargaré del resto.

—Genial... Veré al Inefable Solitario en acción.

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Cuando finalmente ingresaron a Hogwarts, su primera parada fue la sala común de Slytherin. Harry creía que Cassiopeia estaría allí, pero no lo estaba. Blaise se puso en alerta, pensando que podría tratarse de otro ataque, pero Harry era más astuto. Calmó a su compañero Inefable y juntos se dirigieron hacia la enfermería del castillo. Cuando escucharon las voces, el espectáculo comenzó.

Blaise abrió la puerta de golpe, tomando a todos por sorpresa. La primera en acercarse fue la enfermera de Hogwarts, Madame Pomfrey. Al principio, ella creyó que era solo una herida menor, pero cuando vio a El Niño-Que-Vivió siendo arrastrado por su compañero serpiente, un grito sofocado escapó de sus labios.

La siguiente en reaccionar fue Cassiopeia Malfoy, quien dejó a sus dos amigas y corrió hacia Harry, horrorizada por lo que veía.

Las heridas cubrían completamente el cuerpo de Harry. En gran medida, lo que se podía ver era más sangre que piel.

Uno de sus ojos tenía un corte debajo, sus manos estaban gravemente heridas y en su pecho se encontraba una herida que llegaba hasta la carne misma.

Su respiración era entrecortada, luchando por encontrar suficiente aire para no ahogarse. Sin embargo, la sangre seguía filtrándose hacia sus pulmones. Posiblemente había una herida interna.

—¿Qué ha sucedido? —exclamó Pomfrey mientras movía a Harry a una camilla y comenzaba a utilizar pociones curativas—. Anapneo.

—¡Harry! ¿Me escuchas? —gritó Pansy mientras tomaba la mano de Harry.

Cuando la respiración de Harry volvió a la normalidad y sus graves heridas se cerraron, Pansy y Hermione corrieron hacia su amigo. Mientras tanto, en un rincón no muy lejos de la habitación, Cassiopeia permanecía horrorizada por la imagen a su alrededor. ¿Qué había hecho su hermano?

Finalmente, parecía haber enloquecido.

—Estaba en el Lago Negro... Cuando escuché gritos... Me dirigí hacia el Bosque Prohibido y encontré a un grupo de estudiantes de Slytherin atacando... a mi compañero —respondió Blaise a la pregunta de Pomfrey, al borde de las lágrimas—. Ellos... querían matarlo... Si no fuera por las Acromántulas que aparecieron... Yo... Yo... No sé qué hubiera pasado.