| Prólogo |

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—Creaste aquello que podía matarte, Voldemort.

Es importante mencionar que todos los derechos de autor de Harry Potter pertenecen a su autora, J.K. Rowling. Este fanfic es simplemente una adaptación de su historia y no pretende ser otra cosa.

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En las sombras de la antigua profecía,
Un heredero de la luna y un hombre se conjuraron,
Frente a la luna, el nacimiento de su hijo,
Último heredero de linajes perdidos.

La madre de la luna, llorando y temiendo,
Pidió la protección de su amado hijo,
Cuando el mal oscuro, Voldemort, se acercó,
Para acabar con el niño y su destino fatal.

La luna, aceptando el trato sombrío,
Protegió al niño con su mágico resplandor,
Pero a cambio, se llevó al padre y a la madre,
Dejando al hijo de la luna solo en el mundo.

Su piel clara como la leche, ojos de esmeralda,
Cabello oscuro como la noche sin luna,
El niño fue bendecido por la magia del mundo,
Un destino crucial sobre sus hombros se cernía.

Convertirse en el hechicero más poderoso,
Capaz de traer luz o sumir en oscuridad,
Un error podría ser su perdición,
La balanza entre el bien y el mal.

El hombre de la luna, surgido de las sombras,
Con poderes inimaginables en su juventud,
Con conocimientos inigualables en su mente,
Será reconocido como el elegido.

Cuando llegue el momento, él aparecerá,
Emergiendo de la oscuridad con fuerza sin igual,
El mundo le aclamará como su salvador,
El hombre más fuerte desde tiempos de Merlín.

Pero de los males que acechan, solo uno sobrevivirá,
La oscuridad mayor o la luz opacada por la sombra,
En la encrucijada del destino, la elección se desvela,
Ninguno puede vivir si el otro persiste.

El hijo de la luna, poderoso y temido,
Forjará su camino con pasos certeros,
El bien y el mal luchando en su interior,
Un hombre con el poder de cambiarlo todo.

Cuando el último acto llegue a su fin,
El mundo recordará su nombre en la historia,
El hombre más fuerte, el destino cumplido,
Pero solo uno triunfará, en la eterna lucha de la gloria.

Dumbledore, con la mirada perdida en el oscurecido cielo, reflexionaba sobre aquella fatídica noche que había marcado tanto la muerte de James y Lily Potter como el nacimiento del niño de la profecía y la caída de Voldemort. Su mente estaba inquieta mientras se encontraba en Hogwarts, observando el horizonte con una expresión apática.

En ese preciso instante, la Profesora Trelawney, más joven y envuelta en un aura misteriosa, se acercó a Dumbledore. Sus ojos brillaban con un fulgor profético, y su voz resonaba con solemnidad trascendental.

—¿Estás segura de eso, Sybill? ¿Es esta profecía tan precisa como afirmas? —preguntó el anciano con tono de desesperanza.

Sin embargo, Trelawney miró fijamente a Albus Dumbledore, con una intensidad que parecía trascender las dudas y los miedos del director de Hogwarts.

—Albus, ninguna de mis profecías ha sido tan clara y específica como esta —dijo Trelawney con voz temblorosa, aferrando su taza de té con manos trémulas. El velo de misterio y oscuridad en sus ojos resaltaba la importancia de sus palabras—. El destino ha tejido los hilos con precisión y me ha concedido un vistazo al futuro. Pero ten cuidado, Albus. Un paso en falso y podrías desencadenar una oscuridad de la cual el mundo jamás podría escapar.

| Harry Potter | El Legado del InefableWhere stories live. Discover now