| Harry Potter | El Legado del Inefable

Capítulo 24- La Cámara de los Secretos Despertada

—Nada es imposible, solamente no se ha logrado aún...

Es importante mencionar que todos los derechos de autor de Harry Potter pertenecen a su autora, J.K. Rowling. Este fanfic es simplemente una adaptación de su historia y no pretende ser otra cosa.

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Harry cerró los ojos con aburrimiento. Su cuerpo se dejó caer de costado en su dormitorio mientras escuchaba, con un leve tic en su ojo, cómo Cassiopeia resoplaba por la falta de estilo en su habitación.

Habían pasado horas desde la primera lección de Lockhart, cuando el grupo decidió irse antes de que comenzara el caos. En cuestión de segundos, los duendecillos se habían liberado, lo que llevó a la destrucción del aula en cuestión.

La mayoría de los estudiantes más inteligentes salieron corriendo en cuanto tuvieron la oportunidad, mientras que otros, desafortunadamente, sufrieron las consecuencias del hechizo feérico de Harry y el mal humor de los duendecillos.

—Sigo sin entender cómo puedes vivir así. Es la habitación más fría que he visto en mi vida —murmuró Cassiopeia.

Los ojos de Harry se abrieron ante sus palabras. Tal vez tenía razón. Su habitación carecía de los objetos que los adolescentes y niños suelen tener. Algunos tenían peluches o fotografías, pero Harry no. Tenía lo esencial para sobrevivir a las pobres clases de la escuela que se consideraba la mejor del mundo.

Frío...

Un aire gélido atravesó el cuerpo de Harry cuando pensó en la forma en la que veía el frío de manera retórica. Para él, era mucho mejor estar acompañado de la amenazante y gélida oscuridad de la noche que de su consecuencia, la cálida luz del día.

Llámalo anticuado, pero para él, estar a la luz del día y disfrutar de la tranquilidad que el sol podía brindar era una forma de debilitarse. En cambio, el frío carecía de sentimientos reconfortantes. Te mantenía alerta ante todas las amenazas que habitaban.

El cálido sol era como una trampa. Te relajaba para asfixiarte y volverte más susceptible. El frío era distante, pero te mantenía alerta fuera de tu zona de confort para sobrevivir. Era lo mismo en el Mundo Mágico.

Hogwarts es el sol...

—Sigo preguntándome por qué mi habitación ahora funciona como vuestro cuartel secreto —murmuró Harry, atrayendo la mirada de Daphne, Pansy, Hermione y Cassiopeia.

Ya tengo suficiente con entrenar a Daphne y a Blaise...

Una mirada se posó en el tranquilo Blaise, quien estaba sentado en una sencilla silla transfigurada. Tenía los ojos cerrados y una sencilla sonrisa tranquila en sus labios.

Oculmancia...

Los ojos esmeralda de Harry se entrecerraron cuando su Legilimencia natural hizo efecto. Su mente en blanco se transformó en un rápido laberinto feérico, que era la representación propia de la Oculmancia de Blaise. Sin embargo, atravesó esa protección como si no existiera para él.

Cuando se sintió satisfecho, se alejó.

—Creo que podría estar así por horas —susurró Daphne, quien se recostó al lado de Harry de la misma manera. Levantó los brazos mientras se estiraba y cerró los ojos con tranquilidad.

Creo que sí...

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