Desentrañando habilidades

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Mark caminó hacia nosotros, y dijo: —Está bien, está bien. Tienen derecho a permanecer acostados, mientras les muestro.
Desplegó una gráfica en un holograma. El título decía: resultados de entrenamiento inicial.

Al ver la gráfica que Mark proyectaba en su pantalla LED, inmediatamente nos enderezamos. La fatiga momentáneamente olvidada por la curiosidad. En la gráfica, tres líneas de colores representaban a cada uno de nosotros, trazando nuestras actuaciones en el entrenamiento.
El primer gráfico mostraba la habilidad de velocidad. Sam estaba en la cima, seguida por Michael y yo. Mark comenzó a explicar: —Sam, tu velocidad y agilidad son excepcionales. Luc, tu velocidad también es buena, pero no tan rápida como la de Sam. Y Michael, tu velocidad es la más baja, pero tu habilidad para volar compensa eso.
El siguiente gráfico trataba sobre nuestra habilidad para el combate. En esta sección, Michael lidereó el gráfico, seguido de Sam y al final yo.
—Mich, eres el tipo más fuerte del equipo, con una resistencia formidable así como una habilidad amplia de combate; Sam, tu velocidad e ingenio te permiten tener un gran plus a la hora de pelear. Luc… hay mucho que mejorar. Siguió explicando Mark.
El último gráfico trataba sobre nuestras habilidades de espionaje. Aquí, yo estaba de nuevo en la delantera, seguido por Sam y luego por Michael. Mark concluyó: —Luc, tu traje es el mejor adaptado para el espionaje, gracias a su diseño y funciones. Sam, tu agilidad también te proporciona una ventaja en el espionaje, pero Michael, parece que tu traje no está tan bien equipado para esta área como los otros dos.
Al observar los gráficos, comenzamos a entender nuestras fortalezas y debilidades de manera más clara. Sam era veloz y ágil, perfecta para misiones de recopilación rápida y evasión. Michael era nuestro hombre volador, ideal para misiones de alto alcance y combate. Y yo, parecía ser más apto para las misiones de espionaje, gracias a mi resistencia y habilidades de infiltración.
Mark, luego de repasar los resultados, dijo: —Bien, estas son sus fortalezas y debilidades iniciales. Pero recuerden, estos son sólo puntos de partida. Ustedes tendrán que trabajar duro para mejorar sus habilidades y cubrir sus debilidades. Y lo más importante, tendrán que aprender a trabajar juntos como un equipo; ¡más les vale que así lo hagan! Ahora, descansen. Terminó. Mientras se alejaba con paso veloz.
Después de revisar los resultados, todos estábamos un poco más conscientes de nuestras habilidades y cómo podríamos aplicarlas en las misiones que nos esperaban. Aunque todavía había mucho camino por recorrer, teníamos una mejor idea de dónde estábamos y cómo podríamos mejorar.
Al final, agotados pero satisfechos, nos levantamos y nos dispusimos a tomar un merecido descanso. Sabíamos que aún quedaban muchos desafíos por delante, pero estábamos listos para enfrentarlos juntos, como un equipo.
—¡Bocadillos! Gritó de forma enérgica Michael. Mientras salía disparado a la cocina. Lo vi alejarse, y luego le dirigí una mirada a Sam. —¿Cómo estás? Le dije mientras apoyaba un brazo alrededor de sus hombros.
—Bueno… muy fresca no puedo estar… añadió con una leve sonrisa. —Esto es muy agotador, y todo parece que esto recién es el inicio. Dijo mientras caminábamos juntos a la cocina, con Michael. Quien ya estaba preparando unos sándwiches para merendar antes de lo que fuera que nos pusiera a realizar Mark luego.
—Bueno, mañana es el fantabuloso regreso a clases, señores. ¿No están emocionados por eso? Dijo Michael. Sam y yo cruzamos miradas de incredulidad, y luego lo vimos a el. Quien no parecía entendernos y si lo hacía, nos ignoraba olímpicamente.
—Eh… Mich… te... Te das cuenta de que el MIT nos quiere muertos, ¿verdad? Dijo Sam con un rostro de profundo asombro. —¡Claro, eso es lo más divertido, Compañera!
Volvió a gritar Mich, quien parecía realmente extasiado por la situación de riesgo extremo en la cual nos encontrábamos.
—Vale, lo siento, chicos. Usualmente me gusta tener este tipo de humor, ya saben, a veces se necesita aligerar las cargas. Dijo Michael. Sam y yo asentimos con la cabeza. —Bueno, iré a supervisar la obra. Terminó Mich, quien se levantó de su asiento y salió de la cocina.
Volví a mirar a Sam. Su cabello despeinado por el entrenamiento caía en veces sobre su rostro por el viento que entraba por la ventana. Comía con una delicadeza que, si el mundo se estuviera terminando en este mismo instante, nada me interesaría, más que ella estuviera bien.
Sus ojos destellaban esperanza, a pesar del torbellino de acontecimientos que suscitaban a nuestro alrededor.
Continué comiendo lo poco que me quedaba de mi sándwich mientras la habitación permanecía en silencio. Sentí como una mano cálida se posó en mi hombro. Al voltear mi mirada chocó con la de Sam, que me observaba con unos ojos tiernos.
—Todo estará bien, Luc. Dijo, mientras me daba un abrazo.
Le correspondí el gesto y así permanecimos unos segundos, que para mi fueron años, muchos, en realidad.

Podía sentir sus latidos en mi pecho, sus mechones de cabello cayendo sobre mi cara.
De nuevo, Michael interrumpe entrando de forma repentina a la cocina. Y su rostro verdaderamente fue un poema.
Totalmente boquiabierto nos mira a ambos y nos señala con su mano. —Uh… ustedes… uh…
Sale corriendo despavorido.
Sam y yo nos separanmos, riendo. —¡Oye, Michael, no es lo que crees! Grité. Sam rio suavemente. —Déjalo, así tiene un pensamiento más con que entretenerse, respondió ella apoyando sus brazos sobre mis hombros.
Sonreí ante su comentario y asentí. —Supongo que tienes razón, puede ser divertido verle la cara mañana cuando nos vea.
En ese momento, la luz en la habitación cambió y giramos para ver a Mark parado en la puerta de la cocina. Nos miró durante un momento con su pantalla LED brillando intensamente antes de proyectar un simple mensaje: "Hora de dormir."
Asentimos con resignación, y ambos nos dirigimos a nuestras habitaciones.
Antes de cerrar mi puerta, eché una mirada rápida al pasillo. Pude ver a Sam serrando la suya, y a Mark, patrullando tan serio como siempre.
Cerré la puerta, y me recosté, pues mañana teníamos un largo camino de regreso al MIT.

La prueba de amor de turing.Where stories live. Discover now