una tarde en la cafetería

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Samantha y yo lo seguimos, La cafetería estudiantil estaba llena de vida y energía. El aroma a café recién hecho y a pasteles recién horneados se mezclaba con las risas y las voces de los estudiantes que se sentaban en las mesas llenas de libros y computadoras. La cafetería en sí era amplia, con un techo alto y grandes ventanas que permitían que la luz natural entrara. Era un lugar perfecto para estudiar o simplemente para relajarse y tomar un descanso entre las clases.

La decoración era sencilla, pero acogedora, con paredes color crema y muebles de madera oscura. Había una gran variedad de mesas y sillas, desde las grandes mesas de conferencia para grupos de estudio hasta las pequeñas mesas para dos personas.

La línea de comida estaba llena de opciones saludables y deliciosas, desde ensaladas frescas hasta sandwiches y pastas. Había una barra de café y una sección de pastelería que estaba siempre llena de tentaciones dulces.

Mientras nos dirigíamos a una mesa libre, noté un grupo de amigos jugando cartas en una esquina y un estudiante solitario con auriculares escuchando música mientras leía un libro. Era un ambiente relajado y amigable, y me sentí agradecido por tener un lugar así en el campus.

¡Por qué no puede haber mesas de 3! hay de 2, de 5, ¡hasta de 8! ¡por qué no de 3! - decía michael, en un tono no tan bajo, debo decir. Eh, bueno... tal vez no sea tan común... - añadió Sam, con una voz baja y tímida. ¿Común? ¡Qué va! Si es lo más normal del mundo, ¿no? -respondió Michael, viéndome a mi. Eh... Yo la verdad no lo sé, supondría que no debería ser tan raro. -Dije, encogiendo los hombros. -Bueno, no importa. Vamos a esta, que es la mesa más guapa de todas. -Caminó hacia una mesa totalmente normal al resto a la cual Sam y yo lo seguimos.

Mientras leía la carta del menú, observaba a mis 2 acompañantes; personas que literalmente tenía una hora de conocer, y ahora comíamos en una cafetería del campus. Podría acostumbrarme a esto.

Mientras pensaba, una vibración en mi celular me sacó de mi mente. Era un mensaje de Melanny: ¡hola primo! ¿Cómo estás? La última vez que hablamos fue ayer en la noche. ¿no te has olvidado de mi, verdad? -No, Mely. Para nada. Solo e estado muy ocupado este día. ¿Cómo va todo por allá? - le respondí, y guardé el móvil.Es la novia, ¿Luc? -Preguntó Michael con una sonrisa pícara en el rostro. No, para nada, es mi prima pequeña. - le dije, restándole importancia con un gesto de la mano. Sí, claro. -dijo el, con una mirada poco convencida.

Tras hacer nuestros pedidos, Michael comienza a hablarnos sobre sus planes de fin de semana; Bueno, tenía pensado ir a ver el partido de los gatos de... no importa. ¿Se les ocurre algo mejor? Miro a sam, quien tiene una mirada tímida. tal vez podamos salir a algún centro comercial, yo no soy de aquí, y me vendría bien conocer lugares con gente local. -añadí.

- ¡Perfecto! Maravillosa idea, ¡Luc! Bueno, fue todo un placer; pero los Robots mas turbadores no se terminarán de ensamblar solos. - Terminó por añadir Michael, mientras nos dejaba el código QR de su número celular, para salir velozmente del lugar.

Entonces... ¿te veo el sábado? -le pregunto a Samantha, quien asiente tímidamente mientras me pasa un papel con su número de teléfono. Lo tomo, y le agradezco, para salir de la cafetería.

La prueba de amor de turing.Where stories live. Discover now