Preparación

8 2 0
                                    

No pasó mucho tiempo, o al menos no desde mi precepción cuando el reloj de R2D2 comenzó a despertarme. Me quedé un momento meditando en todo lo que mi vida había cambiado en cuestión de semanas. ¿Ser perseguido por el MIT es mejor que no cumplir con las expectativas de mi padre?
Sin duda, no lo sé. Y si me quedo acostado, tampoco lo averiguaré. Salgo de la cama rápidamente, y me doy una ducha veloz. Al salir a la sala, veo a Michael, quien sale del baño utilizando una toalla que dejo siempre  por si acaso. Afortunadamente el departamento es muy amplio para los 3.
—¡Buenos días, Luc! Dice Michael, Alegremente mientras saluda con la mano. Le devuelvo el gesto, mientras se abre la puerta de la habitación de Samantha. Quien sale un poco desalineada utilizando aún su ropa de dormir. Unas grandes ojeras se ven bajo sus ojos. —Hola, chicos. Añade ella entre bostezos.
Los 3 nos dirigimos a la cocina, y preparamos un desayuno con huevo y café de forma rápida; nos sentamos a la mesa, porque el momento serio comenzaba ahora.
—Sabemos que el MIT está de detrás de todo esto, muy seguramente buscan a Sam por lo que vio, y ahora saben que Mich y yo estamos con ella. Dije, mientras los miraba de forma seria. Ellos solo asentían con la cabeza con un rostro serio, aunque en el de Sam el sueño se veía notablemente en sus ojos.
—Así que la pregunta es, ¿qué hacemos ahora? —preguntó Michael, bebiendo un sorbo de su café. Su expresión era de concentración, como si estuviera intentando resolver un problema de ingeniería en su cabeza.
—Bueno, está claro que no podemos simplemente ignorarlo y esperar que todo esto desaparezca —intervine, con una firmeza que ni siquiera yo sabía que tenía. —Necesitamos encontrar una forma de averiguar exactamente qué es lo que busca el MIT y por qué nos arrastró a todo esto.
La mirada de Sam se posó en la mía, con una determinación que superaba cualquier signo de sueño en su rostro. —De acuerdo, entonces, empecemos por el principio. ¿Qué es lo que sé exactamente?
Dejamos nuestras tazas y nos dirigimos al salón, listos para trazar un plan de acción. El desayuno podía esperar. Ahora, teníamos que enfrentarnos a lo que fuera que estuviera sucediendo y poner fin a este caos.
Con ayuda de Mark y sus diseños en holograma, plasmamos una pizarra tecnológica y comenzamos a graficar los datos que habíamos recopilado.
Desde los hombres que transportaban una caja metálica que le dispararon a Michael en el estacionamiento, pasando por los discos que fragmentaban la realidad de alguna manera, los sujetos que  nos atacaron en 2 ocasiones y lo que recopiló Sam; la información sobre el gran modelo de lenguaje y el mecanismo de los discos con ayuda de la física.

Dibujamos un mapa detallado de todos los encuentros que habíamos tenido hasta ahora, marcando cada ubicación y evento en el tiempo. El holograma mostraba una serie de líneas que se conectaban entre sí, formando una red de información que, esperábamos, nos ayudaría a entender mejor lo que estaba sucediendo.
—Estos hombres, los que nos atacaron... ¿Están todos vinculados con el MIT? —preguntó Michael, señalando los diversos puntos de encuentro en el mapa. —¿O son diferentes grupos que persiguen lo mismo?
—No lo sé —respondió Sam, frunciendo el ceño mientras observaba la pantalla. —Pero si todos están tras lo mismo, significa que lo que sea que hay en estos discos es extremadamente valioso.
—Entonces, necesitamos un plan —dije, cruzándome de brazos mientras miraba el holograma. —Un plan para protegernos, y también para averiguar más sobre lo que está pasando.
—Bien, primero que todo, iremos al taller y terminaremos los trajes, de los 3. Dijo Michael, mientras le lanzó una sonrisa gentil a Sam.
—De acuerdo, añadí. Sin perder tiempo, empacamos lo más relevante y salimos, junto con Mark, al taller de Mich.

La luz del sol comenzaba a alzarse cuando llegamos al taller. El lugar estaba en silencio, salvo por el zumbido constante de las máquinas. Nos pusimos a trabajar de inmediato, cada uno de nosotros inmerso en nuestras propias tareas. Sam se dedicó a modificar y ajustar los diseños de nuestros trajes, mientras que Michael y yo nos concentrábamos en la construcción y la programación.
Mark, por su parte, se mantenía alerta en la entrada, vigilando cualquier movimiento sospechoso en las calles.
El trabajo en el taller era exigente, pero a la vez terapéutico. En ese espacio, estábamos en control. Podíamos diseñar, construir y mejorar, creando herramientas que nos ayudarían a enfrentar lo desconocido.
Poco a poco, las horas pasaron y nuestros trajes comenzaron a tomar forma. Pude ver la determinación en los ojos de mis amigos, un reflejo de la que yo sentía en mi interior. Sabíamos que la lucha que nos esperaba no sería fácil, pero estábamos preparándonos para enfrentarla.
—Eso debería hacerlo —dijo finalmente Michael, cerrando el panel del último traje. Los tres nos miramos y asentimos, conscientes de que cada paso que dábamos nos acercaba más a la confrontación inevitable que nos esperaba.
—¿De verdad, Samantha? ¿Una máscara de gato? Dijo Michael, que veía a Sam, quien tenía su traje puesto. Estaba construido en metal blindado en varias capas, pintado en color rosa. Estaba diseñado específicamente para la velocidad al momento de realizar acrobacias y un poco de planeación aérea.
Aunque, ciertamente, el toque de la máscara del canino le quitaba un poco de seriedad.
—Vaya vaya, lo dice el chico de la capa, ¿no? Añade Sam, mientras señala el traje de Michael, que, aunque práctico, su capa le da un toque caricaturesco. Mientras ellos 2 discuten sobre cual traje es mejor, yo salgo a la calle. Y me pongo a probar mis habilidades con el.
Mi traje está diseñado para resistencia y durabilidad, con una capa de metal blindado que puede resistir altos niveles de daño. Las botas están equipadas con amortiguadores de impacto para saltos de gran altura y aterrizajes fuertes, y los guanteletes tienen una serie de herramientas y armas incorporadas.
Me paro frente al taller y doy un paso atrás, preparándome para un salto de prueba. Respiro profundamente, luego me lanzo hacia adelante, usando las botas para impulsarme hacia el cielo. La sensación de volar por el aire es increíble, una mezcla de adrenalina y libertad que es difícil de describir.
Justo cuando estoy a punto de aterrizar, escucho la risa de Sam y Michael detrás de mí. Giro en el aire para ver qué pasa, y veo a Mark, que ha conseguido de alguna manera ponerse uno de los cascos de repuesto. Con sus orejas caninas sobresaliendo de los lados y sus ojos brillantes de emoción, parece estar disfrutando de la broma.
Aterrizo en el suelo, incapaz de contener mi risa. Sam y Michael se unen, y pronto los tres estamos riendo juntos, disfrutando de este pequeño momento de diversión antes de la inminente tempestad.

La prueba de amor de turing.Where stories live. Discover now