Sky [COMPLETA Y EDITANDO]

22

Nos giramos por la voz desesperada de Lou.

-¡Espera!-Vino corriendo hacia nosotros y el empujón me pilló desprevenida, sino hubiera sido porque Sky me agarró me hubiera caído.-¡No es tan bonita!

¿Y esta cualquiera? 

Me repuse rápidamente y el devolví el empujón.

-¡No tan bonita vas a quedar tú cuando te cambie el signo del zodiaco de un puñetazo!-Fui a abalanzarme pero Sky me agarró del brazo.

-Quieta ahí, fiera, no vale la pena.-Me dice divertido, lo está disfrutando.

-¡Sky, suéltame!-Forcejeé.

-¡Tendrías que saltar para llegarme a la cara, fea!-Soltó una carcajada prepotente y apreté los dientes.-Zorra, a saber lo guarras que eres para que él  te prefiera.

Sky me soltó.

-Dale.-Me animó.

No soy conflictiva, ni sé pelearme, pero le tenía unas ganas que me moría a esta tipa, nunca le hice nada malo.

Y sinceramente, pelearte a golpes una vez en la vida es ley.

Así que recordé lo que siempre vi en Mónica.

La agarré del pelo con una mano para bajarle la cabeza y con la otra le di un puñetazo.

-¡Ja, por arrastrada!-Me reí al ver que se tiró al suelo con dramatismo y me miró.

Tuvo que escupir la sangre que se le formó en la boca.

-¡¿Quieres más?!-Sky volvió a agarrarme del brazo sin fiarse de mí.

-¡Loca! ¡Salvaje!-Me acusó y miró a Sky apunto de llorar.-¿Cómo lo permites?

-Porque ya me ha pegado antes y sé que te vendría bien una así.-Respondió con tranquilidad antes de subirme a su hombro como un saco de patatas.

-¡Eh!-Grité y me incorporé un poco para mirarla y sacarle el dedo del medio mientras nos alejamos.-¡Por zorra!

Sky me soltó en el coche, en el lado de copiloto y me abrió la puerta.

-¿Estás bien?

Pude notar su preocupación en su voz y me encogí de hombros divertida.

-No podré hacerlo más en la vida, así que sí, no ha sido para tanto.

Me metí en el coche y él cerró la puerta, dio la vuelta hasta su lugar y se sentó.

-Estas loca, loquísima.-Comentó negando pero aún así sonriendo.

-A veces te cansas de dar buena cara cuando solo te tratan mal.-Mi sonrisa se hizo más pequeña y él arrancó para volver a la casa.

-Estuve hablando con Alma, ella estaba preocupada por ti.-Captó de nuevo mi atención y lo miré curiosa.

-¿Ah sí?

-Sí, me dijo que le contaste...un problema que tuviste hace tiempo.-No sabía como sacarme el tema y se le notaba en el nerviosismo. 

-¿Quieres que te cuente?-Lo miré confusa, ¿por qué quiere saberlo?

-Sí, quiero saber el verdadero motivo de tus ataques de ansiedad.-Se mordisqueó el labio antes de volver a hablar.-¿Te acuerda que me dejaste tu móvil como venimos de San Francisco?

Fruncí el ceño sospechando y asentí, me vió de reojo y suspiró.

-Me metí en tu galería por aburrimiento.-Confesó y quedé boquiabierta.