46

6 1 0
                                    


Habían pasado algunos días de la mejor cita de mi vida y había hecho planes con mis chicas, Alma y Mónica. Así que me estaba terminando de arreglar cuando mi teléfono me mostró una llamada entrante con la cara sonriente de Alma.

Me llevé el móvil a la oreja después de descolgar.

-Ábreme, por fi.-Sonreí al oír su dulce voz.

-¿Por qué no llamas al timbre?-Comencé a bajar las escaleras.

-Me da vergüenza y podría molestar a tus padres.-Respondió con timidez a la vez que abría la puerta.

-El timbre está hasta avisar que has llegado.-Colgué sonriendo y nos dimos un abrazo.

-Igualmente...no sé.-Dijo encogiéndose de hombros.

Negué sonriendo y la llevé a mi habitación, se quedó mirando sobre todo los cuadros familiares, hasta llegar a mi cuarto.

Se dejó caer en la cama mirándome.

-Estas guapa.

La miré, ella llevaba su característica trenza rubia con su flequillo desordenado con gracia sobre su frente, llevaba una camiseta corriente con unos vaqueros cortos y una sandalia, aún así se veía femenina y se sonrojó por mis palabras.

-Gracias.-Sonrió.-Tú también.

Le escribí a Mónica para decirle que ya estábamos listas, terminé de retocarme el pelo y me gire de nuevo para mirar a Alma.

-¿Lista?-Dije sonriendo y se levantó.

-Lista.

Bajamos las escaleras y me di cuenta de que se detenía para ver mis fotos familiares.

-¿Está todo bien?

Alma me miró distraída y asintió.

-Sí, sólo se me hace extraño ver tantas fotos familiares.-Admitió terminando de bajar las escaleras.

-Pensaba que también tendrías.-Abrí la puerta para que saliera antes que yo para poder cerrar con llave, no había nadie más en casa.

-No me llevo mucho con mi familia.-Caminó conmigo hasta la casa de Mónica y la miré curiosa.

-¿Por qué?-Llamé al timbre de mi mejor amiga y vecina.

-Porque no eran muy buenos.-Frunció un poco los labios y entendí que no quería hablar del tema.

Volví a llamar al timbre justo cuando Mónica salió, hermosa como siempre, nos dio un abrazo a ambas y comenzamos a caminar por la calle.

-Arturo me ha escrito pidiéndome espacio, que no lo llame, no lo busque, ni siquiera que le escriba.-Ambas escuchamos a Mónica hablar atentas.

-Es normal, muy bueno está siendo.-Dije con cautela para no molestarla.

-Ya lo sé.-Sonó algo fastidiada.-Eso hace que me sienta incluso peor.

Alma y yo compartimos miradas comprendiendo que no podíamos decir lo que estábamos pensando sin pasarlo por un filtro antes.

-Es lo que hay, Moni, es su forma de castigarte.-Dijo Alma frotándole la espalda dándole ánimos.

Nos sentamos en nuestra cafetería y todas decidimos pedirnos batidos frescos, era demasiado tarde para pedir café.

-¿Qué tal vas con Sky? He visto que has tenido citas con él.-Dijo Mónica, prefería hablar de otras relaciones antes que de la suya.

-Sí, hemos estados unos días con unas citas increíbles y también se ha ganado a mis padres.

-Normal, cuando quiere echa una labia que te sorprende.-Alma movía su batido diciendo eso.

Sky [COMPLETA Y EDITANDO]Waar verhalen tot leven komen. Ontdek het nu