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Observaba por la ventanilla del avión nerviosa, mis padres no sabían nada, solo mis amigos. Me sentía como una adolescente desobedeciendo a todos por amor.

Una mano descansó en mi muslo y me giré para mirarlo, Sky, con su hermosa sonrisa, me observaba curioso, no escuchó mis quejas de ir en primera en el avión, era feliz con ir en el normal, pero según él, una mujer como yo no debería conformarse con la mediocridad.

Engreído.

Apretó la mano que había posado en mi pierna y la miré, tenía sus venas marcadas, sus largos dedos apretaban mi muslo interno y pude ver varios anillos, era una imagen demasiado hormonal para mi, así que volví a sus ojos.

Su mano libre me agarró la mejilla y la acarició con ternura.

-¿Estás bien?

-Estoy preocupada.-Me acomodé para mirarlo mejor.

-¿Por qué?-Su mirada no era juguetona, ni traviesa, era sincera y brillante.-¿Qué tienes en mente?

-¿Que harán mis padres cuando se enteren? ¿Qué planea Enzo? ¿Qué seremos en Septiembre?

También tenía otra pregunta, pero no podía exteriorizarla.

¿Qué planeas tú?

Pude ver como fruncía los labios con una pequeña sonrisa.

-No tengo las respuestas.-Me acarició la mejilla con el pulgar.-Prueba con otra pregunta más fácil.

-¿Por qué España?

Se acomodó mirándome, abrió la boca para responder pero se quedó cayado pensando un momento.

-Un vez fui y quedé enamorado.-Sus ojos se endulzaron y sonrió un poco más.-Me encantaría compartirlo contigo.

Asentí y me acurruqué con él cerrando los ojos, el viaje será largo, así que si logro dormir la mayor parte sería lo mejor.


Me bajé del avión agarrada de la mano de Sky, el calor fue sofocante desde el primer momento, pero un Kia Sportage negro, con aire acondicionado nos estaba esperando para facilitarnos el transporte.

Llegamos a un gran edificio, según Sky, estamos cerca del centro de Málaga, así que las vistas de nuestro apartamento serían una locura.

Sí, lo fueron. 

Cuando llegué al ventanal pude ver el muelle, y en otro el centro, no sé donde estábamos, pero es precioso.

-¿Te gusta?-Dijo detrás mía y me acarició los brazos antes de abrazarme.

-Es una locura, Sky.-Me giré para mirarlo.

Él me agarró de la cintura levantándome y girando, me reí tratando de agarrarme a él y gritando que me suelte.

Cuando volví al suelo lo miré sonriente.

-No me mires con esos ojos.-Desvió la cara.

-¡Hey!-Agarré sus mejillas para que me vuelva a mirar.-¿Qué ojos?

-Esos ojos tan vivos y brillantes

Los suyos se veían igual, nunca pensé que alguien me miraría así y negué.

-¿Por qué no?

-Porque dolerá.-Me besó la frente y cerré los ojos suspirando.

Acomodamos las maletas, sacamos lo necesario, ya que para los días que estaremos no quise ordenar el armario.

Sky [COMPLETA Y EDITANDO]Where stories live. Discover now