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A veces se encuentra más que ropa en las tiendas.


Mis ojos se abrieron dos minutos antes de que la alarma suene avisando de que ya son las ocho de la mañana.

Así que cancelé la alarma sintiéndome con demasiada energía.

Me puse unos pantalones cortos, un top cómodo y mis tenis para caminar por todos lados infalibles.

Me recogí el pelo en un moño bajo y me puse algo de maquillaje mientras escuchaba música.

Bajé a la cocina feliz, supongo que saber que la cuenta atrás hacia mis vacaciones había empezado me daba fuerzas, estaba sola ya que mis padres se fueron a trabajar desde muy temprano, desayuné viendo una serie en Netflix y recogí todo cuando acabé.

Salí a mi puerta a las 09:30 am y miré a Mónica salir también y cruzar la calle.

–¡Listas!–Dijo feliz poniéndose las gafas de sol y yo la abracé.

–Cuatro días para irnos.–Nos abrazamos feliz y nos montamos en mi coche.

Llevamos desde hace años queriendo hacer este viaje, así que nuestra ilusión es máxima.

Conduzco hasta el San Francisco center, nuestro lugar favorito de compras, mientras vamos subo la música a tope y empezamos a cantar con las ventanillas bajadas acompañadas del revoloteo el cabello rebelde de Mónica.

Al llegar encuentro aparcamiento cerca, sabía que hoy sería un buen día desde que me levanté sin sueño.

Nos bajamos agarrándonos de los brazos radiando entusiasmo y felicidad, robando así miradas ajenas de personas que de seguro no se van el viernes a Los Ángeles para broncearse.

Empezamos entrando en una tienda de lencería para mis pijamas que según Mónica necesito para seducir al rarito.

–Están preciosos, pero no tengo por qué usarlos, no es como si alguno vaya a fijarse tanto.–Dije mirando un precioso camisón verde esmeralda con encaje negro el final y en el escote.

–Yaya, pregúntale a Sky cuando te vea puesto esta preciosidad que opina.–Dice agarrando uno de mi talla y buscando más del estilo.

–Pervertida.–Miré en el perchero de al lado buscando alguno de dos piezas para que no sea todo camisones.–Además, ¿qué me importaría la opinión de un casi desconocido?

–Ajá, pero no te opones a buscar, cariño y normal, está muy bueno.–Veo como agarra más mientras dice eso.

–Tienes novio, loca.–Me reí mirándola.

–Y ojos, nena, también tengo ojos.

No encuentro nada lo suficientemente discreto y ella me empuja agarrándome del brazo.

–Quiero verlos puestos, vamos vaaamos.–Caminamos a los probadores y entro con los camisones en las manos.

Miro el cubículo, tiene dos grandes espejos y Mónica cierra la cortina dándome privacidad.

Me pruebo el verde y sinceramente, me sorprende lo bien que me quedó, retiro la cortina mirando como Mónica forma una "o" con la boca asintiendo y levantando el pulgar.

Así con todos, y me sorprendió ver en el montón uno de dos piezas blanco con cerezas bordadas, es un pantalón corto, tanto que no me tapa el culo y un top.

Acabo comprándome el camisón verde, uno rojo y otro blanco y el pijama de dos piezas de cerezas y ella no pudo resistirse a un camisón azul fuerte que le hacía resaltar sus angelicales ojazos.

Sky [COMPLETA Y EDITANDO]Where stories live. Discover now