Sky [COMPLETA Y EDITANDO]

14

La felicidad es tan efímera que no se disfruta.

Es la primera noche en la que dormimos abrazados, al despertarme siento su cálido cuerpo pegado al mío y su respiración pesada en mi nuca.

Me deslizo con cuidado por la cama para quitarme de su agarre y estirarme con pereza mientras me siento. Los recuerdos de la noche me hacen querer huir.

¿No que todo era mentira? ¿Qué cojones hacíamos tocándonos y mirándonos de esa forma?

Que cachondos.

Me di una ducha y al salir del baño me encontré con Sky mirándome, como si estuviera esperándome.

–¿Has dormido bien?–Me preguntó con una sonrisa socarrona.

–Creo que no he dormido mejor en mi vida.–Fui al armario para seleccionar mi ropa.

–¡Puedo notar la ironía!–Me dice desde el baño y me rio negando.

Una vez vestida golpeo la puerta del baño avisando que voy a salir y eso mismo hago.

Bajo las escaleras de dos en dos con ánimos.

–Pero mirad quien viene de buen humor.–Dice Arturo mirándome y hace que los demás miren también.

–Necesitaba fiesta.–Dije sonriendo y acercándome.

–Ya ves que si tuviste fiesta.–Dice Benjamín levantando y bajando las cejas con una sonrisa pícara, Alma le golpea el brazo.–Perdón.

Mi sonrisa se pierde.

–No me digan que escucharon.–Dije preocupada y Benjamín suelta una carcajada.

–No, pero eso confirma cualquier duda.–Dice él sonriendo con ingenio y me hace tirarle un pan.

–Otro idiota.–Me quejo sentándome con ellos.

Unos golpes desesperados en la puerta principal nos hacen dejar de sonreír y levantar las cabezas, hasta Sky que estaba bajando las escaleras se detuvo.

Los golpes eran realmente fuertes y rápidos.

–Voy a ver quien es.–Dijo Sky terminando de bajar las escaleras, Benjamín se levantó y se acercó con él, fue un gesto realmente protector.

Cuando la puerta se abrió entró un sucio, sudado, maloliente, mal vestido y ansioso Paul, que cerró la puerta de un golpe y miró a los chicos.

–La he cagado, la he cagado.–Comenzó a llorar después de eso sentándose en el suelo derrotado.

Mónica llenó un vaso de agua rápidamente y se acercó a él para que bebiera, Alma y yo nos acercamos también con más cautela.

–¿Qué ha pasado, Paul?–Me animo a decir y sus ojos desesperados y rojos por las lágrimas me miraron.

Incapaz de hablar, tembloroso, solamente me miraba y me hacía sentir incómoda, era evidente que estaba pasando por un shock, una sobrecarga emocional.

Arturo y Benjamín lo agarraron de los brazos para levantarlo.

–Hay que bañarlo y esperar a que vuelva, ahora está en shock.–Dice Benjamín mientras lo llevan a su habitación.

–¿Dónde está Jhon?–Me acordé de él, si Paul está así, ¿cómo estará el otro?

Mónica se apresuró a llamarlo.

–No me responde.–Dice agobiada.

Empiezo a llamarlo junto a Mónica.

–¡Ahora!–Dice ella cuando Jhon al fin le responde, todas nos relajamos.