Sky [COMPLETA Y EDITANDO]

29

Habían pasado algunos días y mi teléfono comenzó a vibrar en mi mano y levanté el móvil para leer el nombre de Mónica, entrando llamada.

Descuelgo y llevo el móvil a mi oreja.

-¿Dónde estas, nena?-La escucho preguntar en la otra línea.

-En la floristería, he parado antes de ir a ver a Sky.

-Avísame un día para acompañarte, Arturo y yo queremos ver como va.

-Claro, reina, seguramente vaya pasado mañana de nuevo.

Ella estuvo de acuerdo de acompañarme pasado mañana y colgué mirando los tulipanes azules, agarré el ramo más bonito, me acerqué a la señora que estaba envolviendo algunas flores y me sonrió.

-Son quince dólares.

Puse el ramo en la mesa y me puse a buscar el dinero.

-¿Sabe el significado de los tulipanes azules? 

Levanté la cara con el dinero en la mano y le sonreí con dulzura.

-No, no lo sé.

La mujer envolvía el ramo con un lazo gris, como el color de los ojos de Sky, por un momento pensé en la relación que podía haber y la volví a mirar.

-Bueno, son asociados con la paz, tranquilidad y lealtad hacia la persona que se lo regalas, seguro es alguien afortunado.

Reí con suavidad.

-La persona a la que se las regalo lo último que me da es paz y tranquilidad.

Le doy el dinero y ella el ramo.

-Tal vez eso creas ahora, pero seguro sientes a esa persona como un hogar.-Sus ojos parecían saber cosas, o tal vez era mi subconsciente queriendo que me de cuenta.

-Sí, eso es cierto.-Terminé por admitir.

Nos despedimos y salí de allí suspirando ¿Cómo se había convertido en mi hogar alguien que conozco de tan poco? De Mónica lo entiendo, ¿pero Sky?

La sensación que tuve cuando me alejé de ellos para volver a mi casa fue tan nueva, al igual que cuando me tumbé en la cama aburría. No tenía a nadie para molestar, ni podía bajar las escaleras para encontrarme a cualquiera y mantener una conversación cualquiera.

Volví a mi coche poniendo el ramo en el asiento del copiloto, junto a la bolsa con su ropa y me froté la cara con las manos, se va después de Agosto, es decir, mes y medio. No creo que le agarre tanto cariño en ese tiempo.

No, ya le tenía cariño, a él, a Alma y a Benjamín, al menos me quedarán los dos últimos.

Conduje hasta la casa de Sky y encontré aparcamiento en unas casas más adelante, así que caminé hasta su puerta apreciando el barrio, para el dinero que parecía tener, vivía en un vecindario bastante normal.

Caminé hasta la puerta con las flores y la bolsa, era de madera oscura, elegante, apreté el timbre con desconfianza, tenía miedo de equivocarme de casa, pero Benjamín me abrió la puerta.

-¡Bonita! ¿Me traes flores?-Se puso la mano en el pecho con una gran sonrisa.

-No, son para Sky, idiota.-Le sonreí y me dio paso.

Entré en la casa, es bonita y amplia, tal vez demasiado para una persona.

-Está en el sofá.-Dijo Benjamín detrás de mí, puso la mano en mi espalda para animarme a caminar y eso hice, alejándome de su cálida mano.