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Después de un almuerzo extrañamente incomodo para mí, salí al patio para sentarme en un banco que es como un columpio.

Tal vez si le gustaba a Sky, pero no lo suficiente para contarme sobre él, no quería saber más por algo romántico, sólo era una aventura de verano, lo había asumido.

Pero quería que luego fuera mi amigo, y eso no funciona si se cierra cuando le toca hablar.

Escuché unos pasos detrás mías y cerré los ojos echando la cabeza hacia atrás.

-No quiero irme sin saber si volveré vivo y saber que estas enfadada conmigo, no quiero que cargues con la culpabilidad.-Lo escuché hablar y noté como se sentaba a mi lado.

-Menuda excusa para hacer las paces.-Abrí los ojos para mirarlo y sonrió, me apretó la pierna.-¿Y bien?

-Somos desconocidos en el fondo, ¿no?

-No te dejas conocer.-Me quejé y miré el horizonte.-No conozco nada de ti, tus secretos, tu historia, nada.

-Es que Irina, así será más sencillo luego.

-Eso es mentira, y lo sabes.-Lo vuelvo a mirar con cierta súplica.-Sé más de Benjamín que de ti, y es contigo con quien paso los días.

-¿Qué quieres saber?-Se limitó a decir rindiéndose.

-Todo, absolutamente todo.

-Eso es imposible, pero podemos empezar por lo básico.-Se acomodó mirándome apunto a hablar pero lo interrumpí.

-¿Por qué es imposible?

-Porque no se puede saber todo de todo el mundo.-Dijo sonriendo.-Lo mismo hoy me gusta el azul y mañana el rojo.

-Buena defensa, habla.-Me acomodé para escucharlo con atención.

-Me gusta el café con espuma y leche, me ha gustado el toque vainilla del tuyo, así que ahora lo añado, mi comida favorita es la pasta, me gustan las mujeres, estar en tranquilidad, unirme a todos los planes, como este, a lo loco.-Me sonrió con amabilidad.-Mi color favorito es el gris, siempre han comparado mis ojos con un cielo nublado, así que me puse así en Instagram.

No pude evitar mirarle los labios y los ojos al oírlo hablar, hablar de él, fui absorbiendo todo ese conocimiento nuevo como si fuera una esponja, quería saberlo todo, absolutamente todo.

-Mi cumpleaños es el 2 de Agosto, así que creo que soy Leo, me quiero un montón, me gusta el arte y la salud, me encanta hacer reír a la gente porque me creo gracioso, tus ojos me parecen más bonitos que el cielo nocturno de Van Gogh, así que es una cosa más en mi lista de gustos.

Mis mejillas se colorearon un poco y fruncí los labios para evitar sonreír, a pesar de sentir que nunca me dirían algo tan bonito.

-¿Qué cosas no te gustan?-Me abracé las rodillas y apoyé la mejilla en ella.

-Mi familia, es horrible.-Cerró los ojos respirando hondo al acordarse de ellos, los abrió mirándome.-La comida de baja calidad.

-Cuidado con el duque.-Bromeé y puso los ojos en blanco sonriendo divertido.

-La gente abusiva, la zanahoria, dramas con la gente que quiero.-Se encogió de hombros.-Las cosas normales.

Asentí y volví a mirarlo con una sonrisa.

-¿Contenta?

-Mucho, gracias.

Para empezar me sirve, son cosas normales que en realidad no sabes ni de tu mejor amigo, sólo lo intuyes y ya, como me pasa con Mónica, usa mucho el azul, pero sé que en verdad le gusta el morado, sólo que el azul le resalta mejor y la deja para babear.

Sky [COMPLETA Y EDITANDO]Where stories live. Discover now