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No sé cómo describirlo, pero solo disfrútenlo 💚

El trabajo había sido bastante pesado, no era nada fácil atender docenas de motocicletas diariamente, pero de la paga no había ninguna queja

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El trabajo había sido bastante pesado, no era nada fácil atender docenas de motocicletas diariamente, pero de la paga no había ninguna queja. Pues solo le bastó ahorrar unos meses para poder rentar un departamento en un punto medio entre su escuela y trabajo.

-¿Dónde mierda estoy?

No hace falta especificar la situación del peliverde. De camino al dichoso departamento, Zoro pasaba por una calle que se le conocía por tener una de las propiedades más tétricas de la cuidad, no había quién habitara allí, pues llevaba ya demasiado tiempo abandonada.

A punto de cruzar la calle un maullido llamó su atención, al instante supo del animal que se trataba. No tuvo que pensar demasiado la decisión pues enseguida entró en la construcción temiendo que el felino estuviese herido.
Las telarañas y ratones inundaban aquel lugar dándole un aspecto mucho más tenebroso por dentro del que tenía por fuera, por suerte para Roronoa no tardó nada en encontrar al animal.

Un gato negro le miraba desde la esquina de la habitación con sus ojos amarillos brillando entre la sombra, poco a poco el felino salió de su escondite caminando hacia la luz haciendo relucir su aspecto; estaba bastante delgado apesar de la gran cantidad de ratones que había en el lugar y tenía rasguños por todo su cuerpo.

-¿Por qué me miras así? -Preguntó al felino, que le miraba temeroso pero a la vez curioso. Este le contestó con un corto maullido.

Zoro se acercó un poco más y se puso en cuclillas extendiendo su mano esperando a que el felino permitiera acariciarle, enseguida fue correspondido por él frotándose en el dorso de su diestra, los dedos del mayor acariciaba dulcemente la cabeza del minino tocando lentamente todo su lomo hasta llegar a su cola.
Se notaba que disfrutaba por sus lindos ronroneos.

Una gota calló en la frente del chico sacándolo del trance, al mirar por una ventana rota unas nubes bastante grises ya estaban encima de la cuidad anunciando una tormenta.
Se giró nuevamente al felino mirándolo en duda, y luego a la puerta. Y así sucesivamente.

Agitó su cabeza desesperado y caminó directo a la puerta tomando la perilla sin querer mirar atrás. Salió de allí enseguida caminando hacia el oxidado buzón.

-No puedo dejarle ahí -Declaró rendido volviendo rápidamente dentro de la casa.

El gato estaba en el mismo lugar que antes, apunto de buscar un escondite para la lluvia fue alzado por Zoro quién lo resguardó en su chaqueta cubriendolo de la lluvia ya comenzada.

Roronoa tuvo que correr por las calles hasta toparse con un taxi que en menos de lo esperado ya lo había dejado frente a su edificio.
Luego de pagarle se adentró enseguida buscando el elevador para dar con su piso, la campanilla anunció la llegada al piso acordado y entre sus bolsillos comenzó a buscar las llaves de su hogar mientras caminaba hacia la puerta, teniéndola ya de frente abrió los cerrojos en menos de un minuto y entró suspirando aliviado por el éxito del trayecto.

Headcanon's Zoro Donde viven las historias. Descúbrelo ahora