💚88💚

2.1K 81 26
                                    

¡Aviso!

Habrá algunos datos inventados por mí para darle continuidad al One Shot. La historia se dará en la infancia de Zoro, aún Kuina estando viva. Le daré una historia un poco trágica a _____, así que estén preparadxs.
Sin más que decir, espero que les guste!💚

El sol brillaba iluminando todo el lugar del East Blue, más específicamente en la Villa Shimotsuki

Ops! Esta imagem não segue nossas diretrizes de conteúdo. Para continuar a publicação, tente removê-la ou carregar outra.

El sol brillaba iluminando todo el lugar del East Blue, más específicamente en la Villa Shimotsuki. Dónde se encontraba el Dojo Isshin propiedad del hombre Koushirou, padre de la más destacada alumna del mismo Dojo, Kuina.

-No has mejorado, Zoro.

La niña con su katana de bambú apuntando al piso señalando al anteriormente derrotado, Zoro Roronoa.

-¡La próxima vez te venceré! -El niño peliverde bufó tremendamente molesto por su derrota que ahora formaba parte de las anteriores que ahora son casi imposibles de contar.

El peliverde tras salir del Dojo caminó directamente hacia la villa con el objetivo de ir a la propiedad del anciano con el que diariamente charlaba, convivía y comía cuando no entrenaba. Prácticamente el hombre cuidaba de él.
Con paso apresurado y rostro aún rojizo por el enojo, nisiquiera se percató del impacto recién recibido hasta que ambos infantes se encontraban en el suelo.

-¡Fíjate por dónde vas! -Declaró aún más molesto.

Al ponerse de pié y sacudir su vestimenta se percató de quién fue el cumpable de su caída.
Aún postrada sobre el suelo, una niña de cabello color ____, ojos ____, con una estatura igual a la del peliverde, le miraba avergonzada mientras enseguida se ponía de pié para de igual manera sacudir sus ropas.

Zoro nunca la había visto, seguramente era por qué siempre se la pasaba entrenando.
La pequeña peli___ tomó del suelo su pequeño arco junto a sus flechas dispuesta a salir de ahí.

-Fijate por dónde vas, niña -Reclamó un poco más calmado el peliverde.

La femenina asintió enseguida después de susurrar una disculpa muy apenada, para acontinuación salir de allí dirigiendose hacia el bosque.

Zoro le vió marcharse hasta perderla de vista, se quedó viendo su camino recorrido durante un rato. Para después salir de sus pensamientos y seguir con su camino.

Al cabo de varios metros el niño llegó a su destino siendo recibido por el anciano que estaba sentado en una banca de su porche, con la comida en mano.

-Al fin llegas mocoso, vé adentro que allá está tu plato. Y recuerda quitarte tus sucios zapatos.

Roronoa asintió retirándose enseguida su calzado para adentrarse a la casa del mayor. Tomando su plato para acompañarlo afuera, sentándose a su lado.

Headcanon's Zoro Onde histórias criam vida. Descubra agora