42 / TRABAJO NO TERMINADO

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La casa a la cual llegamos era realmente hermosa, no podía creer que solo fuera una casa de vacaciones. Todo lucía tan nuevo e impecable que se sentían como un pecado solo poner un pie en el piso. Pero era acogedora, se sentía como casa familiar.

Como si pudiera criar un par de niños.

          —¿Qué te parece? —preguntó orgulloso el pelirrojo.

          —Es hermosa —repliqué—. ¿Estás seguro que podemos ocuparla y nadie se enterará?

          —Bueno, si dejamos todo tal cual como lo encontramos, nadie debería enterarse ¿no?

          —¿Qué? ¿Entonces tu abuelo no sabe? —pregunté—. Digo, deberías al menos haber inventado una excusa. Dios, esto es peligroso.

          —¿Aún no confías en mí?

Haechan palmeó el asiento del sofá libre a su lado, invitándome a tomar asiento, sonreía de una manera realmente bonita. Como si tuviera todo calculado, como si fuera la persona más confiable del mundo. Como si todo el mundo estuviera a sus pies.

          —Gracias, en serio, gracias por confiar en mí —agradeció.

Recostó su cabeza sobre mis piernas una vez tomé asiento a su lado, parecía un cachorrito al cual le gustaba ser mimado. Estaba segura que si fuera por él podría estar todo el día recibiendo amor.

           —¿Piensas dormir aquí? —le pregunté después de media hora en la misma posición.

          —Sí, quédate aquí Noona. Por favor.

Apenas el chico terminó de hablar comenzamos a oír sonidos de explosión, ambos nos pusimos de pie y salimos de la casa. En el patio podíamos ver el cielo completamente, habían fuegos artificiales.

Al ver el rostro del chico no pude evitar sentir un extraño sentimiento, como sí no fuera real la situación. También, en los grandes y redondos ojos del chico podía ver el reflejo de los colores que se proyectaban en el cielo. Él era más hermoso que el cielo en ese momento y lo inmortalicé con una fotografía.

          —¿Eh? —rio—. ¿No estás disfrutando del show que preparé para ti?

          —Vamos —reí.

          —Bien, lo acepto, no sabía que esto pasaría hoy. Pero ¿no es genial?

          —Es... sí, es hermoso —respondí.

Claramente yo no hablaba sólo de los fuegos artificiales, pero no iba a mencionarlo. De seguro no iba a creerme lo hermoso que se veía él en ese momento, lo cual me hacía odiarme completamente. Me recordaba todo el daño que podría causarle si todo salía mal.

          —¿Noona? —el chico tomó mi mano— ¿Por qué tienes esa cara? ¿te sientes mal?

          —¿Mm? No me pasa nada —reí—. Estoy bien, solo me quedé pensando, no pretendía asustarte.

          —¿En que pensabas? Tu expresión no me decía nada bueno.

          —No te preocupes, de pronto pienso en posibles futuros —confesé—. No es nada serio, siempre lo hago. Por otro lado ¿estás feliz?

           —Que cambio de conversación —rio—. Estoy muy feliz en este momento ¿y tú?

          —Me siento genial, parece un sueño —confesé mirando al cielo—. Se siente completamente diferente a esa vez del viaje escolar. Puedo preguntar ¿Qué sentías en ese momento?

YOUNG BLOOD (Haechan y tú)Onde histórias criam vida. Descubra agora