11 / LA AUTORIZACIÓN

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Un día de abril Donghyuck vino hacía mí durante el receso, con una expresión de preocupado que llevaba, simplemente no pude evitar prestarle atención. El chico había corrido para llegar a mí, lo pude ver agitado.

          —¿Estás en el taller de futbol? —le pregunté.

          —Sí... ¿por qué? —preguntó.

          —Bueno... a trabajar esa resistencia —le recomendé.

          —No estoy cansado —dijo contiendo el aire mientras asentía con su cabeza— Maestra quería hablar una cosa con usted...

          —Sí, te escucho.

          —Es sobre Lee Jeno —se detuvo un momento de hablar para recuperar el aliento— Él no va a ir al paseo escolar... no quiere.

          —Ah... —me quedé pensando, no tenía que decir— No es que no me importe pero... no quiere ir por algún motivo y ambos sabemos cual es.

          —Sí... sí pero... pienso que será bueno que vaya —asintió mirando el piso— Maestra —dijo mirándome a los ojos.

Si bien Donghyuck era casi de la misma altura con Jeno de pronto me parecía más grande. El chico mantuvo la mirada en mi hasta que abrí mi boca para preguntar "¿qué pasa?".

          —Usted puede convencerlo —asintió rápidamente— Hablé con el profesor jefe, él habló con Lee Jeno pero no hubo un cambio positivo sobre su opinión.

Inhalé una bocanada de aire, no podía negar que me preocupaba aún la situación personal de Lee Jeno. Si se encontraba tan deprimido era obvio que había tenido una familia funcional en alguna oportunidad y ahora se sentía dejado de lado.

          —Veré que puedo hacer —le dije mientras tenía mis ojos cerrados y rascaba mi ceja izquierda.

Durante la hora de talleres me encontraba en el salón de español, completamente sola como cada Martes. Al estar la puerta abierta vi pasar a Lee Jeno por mera coincidencia. Me puse de pie y fui en su búsqueda.

          —Lee Jeno —dije a voz alzada. El chico se giró y con su mano sombreo el sol que llegaba— Ven aquí un momento.

Sin decir una palabra el chico accedió y entró al salón después de mí. Tomé asiento y el chico hizo lo mismo en el asiento de mi lado.

          —Ayudaré a tu profesor jefe el día del viaje escolar —comenté— ¿Por qué aún no has traído la autorización?

          —No iré maestra —dijo mientras miraba sus zapatos.

Respiré de una manera sonora y miré el cielo del salón, no sabía como podía animarlo y me sentía un poco inútil.

          —¿Quieres unirte a mi taller de español? —le pregunté.

El chico me miró y sonrió nervioso.

          —No lo sé... —respondió mientras sus ojos se reducían a una línea.

          —La pasaremos bien —le sonreí— Hay muchas cosas divertidas sobre el español, ¿nunca has intentado aprender español?

          —No, nunca. La verdad no me he interesado en ese idioma —respondió— ¿Debería intentarlo?

          —¡Claro, todos son bienvenidos! —exclamé— Además puedo dedicarme a enseñarte solo a ti, como verás que no hay nadie más aún.

YOUNG BLOOD (Haechan y tú)Where stories live. Discover now