Estaba muerto... Me habían matado seres que ni siquiera sabía que existían. Todo porque querían al guerrero perfecto. Pero no esperaban que alguien me salvara y me diera una nueva oportunidad... Cuando reencarné en este nuevo mundo, no fue como yo q...
Sostuvo la Espada Sagrada en su mano izquierda y levantó su mano derecha en el aire.
"San Pedro. San Basilio el Grande. San Dionisio. Santa Madre María. ¡Por favor escucha mi voz!" cantó Xenovia.
El espacio ante su mano se distorsionó, la realidad se dobló causando que el aire se ondulara como el agua, iluminando un lado de su rostro cuando el espacio distorsionado comenzó a emitir una tenue luz dorada. Sin dudarlo, metió el brazo en el espacio distorsionado, a la altura del hombro, antes de detenerse e invertir su curso mientras sacaba algo.
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Y lo que ella sacó...
Brillaba con una luz dorada, su divinidad inconfundible. Todo el campo de batalla se inundó con su presencia, mientras interminables oleadas de su bendito poder se estrellaban sobre todos ellos. Era un arma de origen divino, enviada desde el Cielo para ayudar a la humanidad en sus momentos más oscuros.
Durandal.
Un regalo de manos del mismo Dios entregado a Roldán, su dignísimo hijo. Con él, un solo hombre detuvo un ejército de cien mil, y en manos de alguien digno de empuñarlo, no hay nada que no pueda cortar.
Estaba encadenado y atado con cadenas del más puro hierro, pero ¿qué cadenas pueden contener una espada así? Las obras hechas por manos mortales pueden aspirar a unir tal existencia. Un solo golpe de su espada lo arrancará de su frágil confinamiento y volverá a ser libre.
Extendió la mano y agarró el asa y tiró y las cadenas se rompieron.
"En nombre de los santos que residen dentro de esta espada, lo liberaré. ¡Durandal!"
Durandal una de las cuatro espadas sagradas forjadas por Dios, con un poder comparable a la misma Excalibur.
En el momento en que Kira miró la espada, se sintió decepcionado.
La Durandal en la mano de Xenovia era fuerte, admitió Kira, pero no era nada comparada con la suya.
Pero aún así, Kira lo rastreó, incluso a distancia, y lo almacenó en su Esfera de Realidad.
"¿¡Durandal!?
"¿¡No eras el portador de Excalibur!?"
No solo Valper, incluso Kokabiel no pudo ocultar su asombro.
"Error. Originalmente fui el portador de Durandal. También fui elegido como el portador de Excalibur. Eso es todo".
Xenovia hizo una postura con Durandal.
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