Abyss [Libro #3]

1

Aang

Se había marchado de verdad.

Se había acabado.

Jamás volví a saber de ella, salvo cuando llamaron para darme la terrible noticia. Ni siquiera me permitió verla cuando estaba en el hospital, incluso se había escapado solo para evitar que la viera.

Podría volver a mi vida de antes.

Aquello debería haberme aliviado, como si me hubiesen extraído una toxina del cuerpo. Pero en lugar de sentir alegría, sentí algo completamente distinto.

Dolor.

Miedo.

Y la sensación de estar cayendo en un abismo.

Llego un tipo de tristeza que no te hace llorar, es como una pena que te vacía por dentro y te deja pensando en todo y en nada a la vez, como si ya no fueras tú, como si te hubieran robado una gran parte de tu alma.

Como cuando descubres que nadie se va a comparar con la persona que dejaste ir.

Y es verdad.

Nadie me comprende.

Solo ella.

Thais.

Y se había ido cuando estaba dispuesto de aceptar que la amaba sobre cualquier cosa.

Me daba miedo decirle que la amo, porque mi madre nunca supo apreciar lo mucho que la quería y eso me hizo creer que mi amor no era fuerte, si ni eso conseguía salvarla de sí misma.

Pero dejé el miedo y se lo dije. Le dije que la amaba, pero ella también se fue y me dejó.

Durante estos seis años solo he sentido el vacío y la soledad. No voy a negar que al principio la odié. La odié todo el tiempo que pude. Pero entonces me di cuenta de que quererla formaba parte de mí y era una de mis mejores partes. No importaba que ella se hubiera ido, eso no tenía nada que ver. Pero si no la perdonarla no podría amarla, y eso me hacía falta. Así que, perdonar fue más por egoísmo que por otra cosa.

Anjoly me contó que Thais ha estado viajando y ganándose la vida creando libros de romance oscuro, aunque hace tres años ha heredado toda la fortuna de los Green cuando Viktor murió, ya que es la única que quedaba —al parecer Viktor estaba arrepentido por haberla intentado matar cuando era una bebé y que eso conllevará a que se criara lejos del amor de su vida, Aleksandra, y con todo lo que había descubierto de su hija Lou en estos últimos años, lo motivo más a dejarle todo a Thais—, lo que significa que se ha vuelto una de las personas más ricas de Francia, también me enteré que creo una fundación para chicas que fueron secuestradas y abusadas. Si soy sincero, de todos sus éxitos solo me ha interesado sus libros, he leído sus cuatro libros unas cuantas veces, pero me he perdido en la foto de Thais en ella. Y mi libro favorito de todos es Placeres culposos porque me recuerda a nosotros.

Estoy feliz que este tan relajada, tan tranquila... como si por fin hubiera encontrado su lugar en el mundo. Al menos en medio de todo esto descubrió su verdadera vocación y dirige una de las empresas cosméticas más famosa del país. He pensado en llamarla cientos de veces durante estos seis años, pero una parte de mí siente que sería abrir de nuevo un libro que merece ser cerrado, o una herida que ya había dejado de sangrar. Y eso que sus amigos siempre me preguntan si quiero hablar con ella cada vez que los veo. Creo que tienen la esperanza de que volvamos a estar juntos algún día o al menos ponerle un punto final a la historia, según ellos ella no ha sido la misma desde que se fue. No deja que alguien entre a su vida lo suficiente para quedarse ahí, excepto los que ya han estado ahí. Últimamente es muy desconfía y se muestra fría.