Abyss [Libro #3]

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Thais

¿Qué será de mi vida ahora?

Un consejo no me vendría nada mal, mi vida ha cambiado drásticamente que ni siquiera logro pensar. Estoy perturbada, me da escalofríos en todo el cuerpo de solo imaginar cómo llegué hasta aquí, le lanzo una sonrisa a través de mi ventana a la hermosa colina y el horizonte para darme ánimo de seguir adelante mientras tomo mi té y leo un libro.

Sí, hubiera necesitado una preparación psicológica, en vez de preguntarme si el infierno que estaba viviendo se había terminado. No me siento culpable por haber hecho lo que hice como matar algunos en el camino, o el haber alejado de Aang. Él me había hecho algunas cosas peores, increíbles, fenomenales, perturbadores, excitantes, dolorosos... Y yo tengo las cicatrices que la prueban. Su fuerza me excitó y me intimidó, no porque tenía miedo de que me hiciera daño, sino porque sabía que lo haría y terminaba por gustarme, aunque me negaba a aceptarlo al principio, ese recuerdo me asquea y me aterra, pero aun así me gusta, podría temerle e incluso podría odiarlo por un tiempo. Sin embargo, me atrae y cuando no lo odio lo amo lo que me tiene sencillamente confusa, hace tiempo que me volví demasiado insensible al dolor que me proporcionaba. Me he convertido una bestia salvaje, primitiva, olvidando todo pensamiento y toda razón, quiero escucharlo gritar de tanto dolor como de placer, hacerle daño igual que él a mí, aquellos pensamientos me abruman mientras me sumerge cada vez más a la oscuridad... Y no del bueno.

Casi me hizo perder la razón —si no es que lo he perdido—, aunque sé que desde un principio no fui más que un arma para él, ​​aún así, me encontré queriendo bailar con la muerte, para que me pueda poseer. Y es así como siempre logra conseguir lo que quiera de mí.

Era un juego de poder. Un riesgo que podría costarle todo. Una obsesión que vería al mundo arder a sus pies porque él es solo un rey ensangrentado y yo una reina rota. Pero eso eso lo que nos hace ser tan malditamente perfecto juntos, que ambos amáramos el pedazo roto y ensangrentado del otro.

Me había convencido que no lo iba a extrañar, que todo iba a estar bien y que esa ruptura iba a ser como un orgasmo; potente pero fugaz, porque una vez que lo tienes todo tu cuerpo se vuelve a su estado natural, al principio los pies se te retuercer, tu respiración se agita, el cuerpo se estremece, pero no dura para siempre, es breve y puedes volver a un estado normal, pero esto no está pasando.

Me sigo retorciendo.

Jadeando sin control.

No paro de pensar en él.

Aún duele.

Y siento que sangro.

Se suponía que no debería sentirse así, se supone que debería estar bien. Cuando me preguntan digo que lo estoy, pero a quién mierda engaño. Lo extraño con locura.

La maleta esta hecha. Las maletas, si soy sincera, porque no puedo meter todos esos meses de mi vida solo en una.

Me iré a pasar la Navidad con Anjoly y David a Argentina, bueno más bien David tiene firma de libros allí y aprovecharemos para disfrutar del lugar, igual no vamos a durar mucho ya que tenemos que otros destino.

Todo parece sonreírme.

Todo parece encajar.

Todo, menos... estar sin él.

—¿Te has despedido ya de él?

Niego con la cabeza mirando a Morgane, la chica que estaba secuestrada conmigo en aquel campamento, regresó hace unas semanas y nos encontramos de casualidad en una cafetería y desde este día no hemos parado de hablar y retomar la amistad. A ella le ha costado más que yo superar lo de secuestro porque mientras yo me voy a Argentina, estaría asistiendo a terapia porque su novio no solamente la había vendido, cuando estaban juntos era muy abusivo con ella, la doctora Chevignon y yo habíamos acordado hacer todo por vídeollamadas aunque no le pareció agradable mucho la idea, pero dijo que lo importante es que yo siguiera con mis terapias sin importar como, también me dijo que si me sentía abrumada por todos los cambios podría llamar sin importar el cambio de horario, ella siempre estaría disponible para mí. Morgane no está bien, pero el hecho que volviera a buscar empleo es prueba suficiente de qué quiere comenzar, por el momento está viviendo conmigo y me encantaría si decidiera quedarse por más de tres meses, al principio con la muerte de Theodore París tembló, pero mientras pasaba el tiempo de la nada cada vez hablaban menos de él, sospecho que la organización tuvo algo que ver, aún con la muerte de Lou y Theodore, Escorpión sigue vivo, el padre de Lou seguirá siendo el jefe y creo que su tríada durará mucho con todos los políticos coruptos metidos ahí. Así que trato de no meterme ahí.