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Shoto e Izuku se movían entre los callejones de Musutafu, al parecer sus movimientos habían llamado la atención de no solo la policía, si no también de algunos pequeños villanos que buscan con desespero eliminarlos del mapa, nada personal, sin embargo, sus presencias atacando múltiples negocios y robando a transeúntes los molesta lo suficiente como para querer darles una lección,  más que nada debido a que en palabras de ellos " han estado robando sus presas".

Ahora mismo se encontraban saltando entre la basura, de pared en pared evitando a un tipo con el don de convertir sus brazos en látigos de carne.

Su oponente volvió a apuntar e intentar golpear a Izuku, esquivó a tiempo dando un gran salto haciendo que el tipo golpeara la pared y evitando que logrará siquiera rozar su sudadera negra.

— Ugh — escucho el crujir de los huesos deformados para dar forma al "arma" al golpear violentamente la pared después de intentar capturarlo, sin perder tiempo corrió esquivando los látigos, en su carrera recogió a tiempo una tapadera de plástico usándolo como escudo, Shoto corría detrás de él, una de las extremidades del villano logró alcanzar al peliverde y sostenerlo del talón, antes de que el oponente pudiera jalar y azotarlo contra su compañero, el azabache ahora con máscara de gato negro invoco una pequeña llamarada para quemar gran parte del brazo extendido de su contrincante.

En el callejón se escuchó un grito de dolor, justo cuando él pecoso golpeó el brazo quemado con la tapadera de plástico, Shoto saltó sobre él esquivando los continuos ataques con la intención de volver a hacer un ataque, Izuku piso con fiereza la extremidad quemada evitando que el hombre continuará defendiendose y lanzó al brazo sano la tapadera desviado su puntería,  pasando lejos de su compañero lo suficiente para evitar que fuera golpeado, el pelinegro activo su kosei y quemó el único brazo sano del villano.

La batalla finalmente había terminado, el hombre se retorcía en el suelo mientras trataba de desactivar su Quirk sin éxito, el dolor le impedía regresar a su forma original.

— estúpido — Shoto levanto un poco su máscara, está ahora tenía orificios nasales en la nariz del gato, y algunos huecos más en la boca, solo era una máscara provisional.

— mmm — Izuku abanico con su libreta su rostro, a pesar de que su máscara completamente negra y no decorada solo le cubría de la nariz hacia arriba, aún tenía calor.

— Es el tercero está semana — El mayor del dúo no perdió más tiempo y pateó contra el pavimento la cabeza del perdedor — estoy cansado — dió un segundo golpe dejando inconsciente a su víctima.

— no podemos ser descuidados, a pesar de que obtenemos experiencia siempre está la posibilidad de encontrarnos con algo que no podamos manejar — el peliverde revisó los bolsillos del hombre, hasta que encontró su cartera, reviso en ella deshaciéndose de toda foto o otra pertenecía que tuviera hasta que tomó el dinero dentro de ella.

— supongo que somos afortunados — el azabache camino dentro del callejón siendo seguido por su compañero, entonces volteo su mirada al lugar donde yacía la persona inerte — además — el fuego morado en su mano se encendió apuntando al cuerpo — no dejamos cabos sueltos — sin pena ni gloria dejó salir una llamarada.

— odio ese olor — el pecoso camino más rápido, trepó las escaleras de incendio del edificio más cercano y comenzó a subir hasta la cima.

— tápate la nariz entonces —

— lo consideraré — una vez arriba observo cómo el cuerpo se consumía en el fuego — vamos antes de que alguien lo reporte —

Corrieron por la cima de los edificios hasta donde sus piernas más pudieron, tratando de ser sigilosos y evitar algún héroe clandestino o subterráneo.

Nueva MetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora