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Ima Umajiri estaba molesta, extremadamente desconcertada con el nuevo trabajo que le han asignado, ella esperaba algo más importante, algo que la hiciera resaltar en el mundo policiaco como detective, pero no, sus superiores habían decidido que darle a encontrar a los culpables de un robo a una jodida tienda sin importancia era para ella, era cierto que era novata y apenas fue ingresada al sistema pero ¿Porque un trabajo tan mediocre? ¡Había cientos de casos! Asesinato, Secuestros, Abusos, Crimen Organizados y un largo etc, ¡Y le asignaban el caso de seguramente críos robando por diversión! Está enojada, y las burlas hacia su apellido en el trabajo y por parte de antiguos compañeros de escuela no ayudaba a su creciente molestia, más cuando ¡tú peor enemiga tiene una asignación más importante que la tuya!

- diviértete horse, ¡espero que algún día nos volvamos a ver! Aunque dudo que lo hagamos cuando eres tan mediocre - esa maldita rubia de ojos verdes y grandes orejas de elfo se burlaba de su desgracia, ella había tenido la suerte de que le asignará un caso importante, ¡Está casi segura de que bailo sobre la mesa del director la noche anterior! ¡Seguramente esos grandes senos fueron usados para alojar un falo! El falo del director claro está! Cómo odiaba a esa mujer, si pudiera simplemente sacarle los ojos lo haría; ya tenía experiencia en el área al ayudar a los detectives veteranos con sus casos como pasante, sólo debía resolver este caso lo antes posible y le asignarán otro.

- yo espero no verte jamás - solo está tratando de mantener el control de su ira.

- diviértete cu- -

- ¡Cierra la boca! - simplemente esa mujer era insoportable y no pudo no gritar.

- ¡Eres tan divertida! ¡Solo espero que el director no te haya escuchado! -

Estaba confirmado, esa maldita elfa movió su trasero sobre la cara de su jefe la noche anterior cuando ella aún estaba trabajando hasta tarde, el director nunca paraba de mirarle el culo y babear como un perro.

- hasta nunca Kaede Igarashi - marchó molesta fuera de esa zorra, tenía que resolver sus problemas rápidamente, no necesitaba más.

- ¡Lo dejaré pasar por hoy! -

La ignoró por su salud mental, continuó su caminata con un vaso de café en mano y varios sobres en la otra cuando alguien chocó contra ella a propósito.

- mira por dónde caminas Umajiri - otro de sus compañeros, está vez un idiota de cabello rojo oscuro, gafas azules estúpidas y un conjunto de ropa que se asemejaba más a un traje de payaso por la diversidad de colores que no combinaban con el, con solo verlo las ganas de vivir se le fueron de las manos.

- lo siento, con semejante elección de guardarropa me resulta difícil ver por dónde caminas - ¿Era sutil o no? En verdad no le importaba cuando se trataba de este trozo de mierda.

- no sé qué quieres decir con eso pero deberías dejar de ser tan torpe - él pateó sus papeles que ahora estaban en el suelo - idiota -

- jodete Fukuda - el payaso siguió fuera de su vista, Akira Fukuda, otro idiota más en la oficina, no debía darle importancia o más relevancia de la que debía, pero el maldito a pesar de su asquerosa elecciones de guardarropa en verdad me quedaba ese nombre, el era brillante en su trabajo y también lo sería en apariencia si no se vistiera tan mal ¡Junto con su actitud de mierda! Si solo se portará como una persona normal resaltaría más.

Las personas más molestas del universo trabajaban cerca de ella y le hacían la vida imposible, una era guapa y hermosa, su don le daba la apariencia de una hermosa elfa de mitología, el otro por el contrario también era guapo, pero su vestimenta te daban ganas de sacarte los ojos o directamente matarte en una autopista, pero aquellos que trabajaban con él podían ignorar ese pequeño gran detalle gracias a su gran trabajo, sobresaliente cabe decir, además su particularidad era rara pero útil, básicamente su IQ aumenta cuando está cerca de un bonsai, lamentablemente en Japón difícilmente vas a encontrar a alguien quien los venda encima de eso si los encuentras te costaría un ojo de la cara adquirirlo o ¿Tal vez un brazo?; ella por el contrario no era como ellos, tenía una apariencia sencilla ¡Tanto que prácticamente no resalta en nada! Su cabello azabache no llama la atención como el de sus enemigos, sus ojos negros no ayudan cuando estás en Japón, su don no la ayuda en nada, prácticamente tiene un par de las en la espalda, cuando alguien habla de ella cuando no está presente y menciona su don rápidamente la gente imagina unas grandes y poderosas alas en su espalda, y dicen "¡Seguramente es una mujer muy bella!" "¡Sus alas deben de ser majestuosas!" Cuando ella hace acto de presencia la gente se decepciona por tener una fachada sencilla y eso aumenta gracias a sus "poderosas alas" en realidad alas del tamaño de las alas de pollos en su espalda que apenas sobresalen, son tan pequeñas que no pueden alzarse sobre el suelo ni siquiera un milímetro, su madre las comparaba diciendo "tus alas son chibi".

Nueva MetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora