19

1.4K 231 25
                                    

Shoto se mantenía quieto mientras observaba el plan trazado por Izuku.

— ¿Por qué aceptaste hacer esto? — Izuku rompió el silencio tratando de despejar su mente de lo estúpido que planeaba ser.

— cualquier cosa es mejor que volver —

— eso lo sé, pero… ¿Porque ni siquiera dudaste? — si iba a ser estúpido al menos quería saber porque Shoto acepto como si se tratara de soba gratis.

— es porque a comparación de otras cosas que hice... no es tan malo… — Shoto aún podía recordar la mirada de impresión de la trabajadora doméstica, de hecho debería decírselo a Izuku, lo que hizo, ¿Cómo confesar que mataste a alguien? ¿Está yendo demasiado rápido? ¿Es momento de decirle? — creo que solo trato de aferrarme a lo único que me hace sentir bien —

— Entonces ¿Harías cualquier cosa por quedarte? — golpeaba con su lápiz la hoja blanca de su libreta, pensante, recapacitando, no se supone que dos adolescentes deberían planear un robo solo para no ser devueltos a sus infiernos, la soledad es dura, pero ¿Llegar a tal extremo? — y si estamos apresurandonos antes de tiempo?... — quería negarse, retractarse de su estúpida decisión, un paso en falso y estarán detrás de las rejas — estamos haciendo algo mal — miro a Shoto a los ojos.

— tal vez… puede que tengas razón… — dos niños no deberían pensar en estas cosas, Shoto camino a la ventana del departamento, observó a través de ella, una noche fría y que casi se sentía solitaria si no fuera por la presencia de Izuku — en nuestra situación… ¿Qué es lo que deberíamos hacer? — dió media vuelta observando al peliverde en su escritorio — ¿Qué es lo correcto? ¿Qué está bien y para quién? —

— no lo sé —

El silencio inundó la habitación, Shoto volvió a mirar fuera de la ventana, miro el cielo azul oscuro, solo suspiro — si soy sincero, lo último que quiero hacer es pensar ¿Que se supone que haga cuando mi vida como un Todoroki ya cabo?... Después de todo mi plan de vida fue decidió desde que nací, en este punto cuando todo a cambiado no tengo un objetivo claro, no tengo nada claro —

Izuku miró sus manos, recordando sus actos, asesinato, estaba manchado y se sentía sucio, estaba marcado por las acciones de un pecado que jamás se irá de su cabeza, un pecado que nunca pensó que haría, pero sus manos estaban manchadas de sangre, estaba igual que el antes bicolor, jamás tuvo un plan de vida a parte de ser un héroe, jamás pensó en que ser a parte de alguien que llevará esperanza a personas que la necesitaran, se sentía vacío, porque no importa a donde vaya, la marca de nacimiento, su defecto desde que existe queda a la vista de los demás y lo marca con una sentencia a una vida infernal, sus 14 años de vida lo dicen, su propio yo es testigo de la crueldad; si sus compañeros de escuela le habían hecho tanto daño ¿Qué no haría un adulto? Al final los adultos solo eran adolescentes pero en la adultez, si sus compañeros habían aprendido a ser tan malos a partir de enseñanzas de sus mayores obviamente estos serían peores que los jóvenes.

Y se dió cuenta de algo.

— no hay nada enfrente… — solo pudo reír, bajo la mirada de Shoto, nada bueno le deparaba la vida adulta, su vida solo sería una penumbra de tristeza y ganas de morir, conseguir un trabajo sería imposible, las puertas se le cerrarán apenas se enteren de su falta de don, porque la gente es así, creerán que es un fenómeno, no hay nada a futuro por lo que luchar — no tenemos nada — porque Shoto estaba muerto para el mundo, su actual yo no existía en ningún lugar, en ninguna registro, no tenían nada, no había nada a qué aferrarse — podría simplemente morir — se sentía tan vacío, su mera existencia no aportaba nada, no aportaría ni aportará nada, lo que le quede de vida solo se tratara de echarse a morir en el piso mientras se arrastra en busca de una oportunidad para sobrevivir, rezando por una puerta que no se cierre frente a él, una vida miserable es lo único que le espera.

Nueva MetaDonde viven las historias. Descúbrelo ahora