Nueva Meta

23

– ¡MALDITO! – en ese momento Shoto esquivó la mano de una chica.

Salto entre las paredes del callejón, sobre los botes de basura apollo múltiples veces sus piernas solo para dar volteretas.

— !DEJA DE MOVERTE! — la chica quien lo atacaba se encontraba extremadamente enojada, le hervía la sangre de la rabia y no lograba entender como el pelinegro esquivaba tan limpiamente sus ataques, ágil y veloz, eran las palabras correctas para describir sus movimientos.

Shoto no pensó que se encontraría con una delincuente al igual que él, solo pretendía realizar un pequeño atraco siguiendo el plan de Izuku y luego volver a casa, ella se veía como de la misma edad que él, pero mayor, tal vez tendría unos 18 años o 20; la chica nuevamente se abalanzó sobre él blandiendo un cuchillo de cocina, parecía que tenía experiencia con esa arma, la pelirroja sostuvo el arma en forma de estocada y corrió hacia adelante, pretendía apuñalar su torso justo en el centro del pecho, un movimiento predecible, justo cuando más cerca la tenía trato de sostener su muñeca, ella se percató de esto y frenó su ataque, sin embargo shoto fue más rápido y aunque no pudo sostener su muñeca si logro casi tomar su mano con su mano derecha.

Izuku le dijo que jamás se confiara en una batalla o robo, cada persona tenía un quirk diferente del que tal vez no sabrían su funcionamiento, tal vez incluso sabrían un estilo de batalla, cómo blandir un arma, cómo defender, no todos los civiles en este mundo están completamente indefensos y los "villanos" pequeños como la pelirroja frente a él tampoco estarán indefensos y desprotegidos, después de todos por algo no habían sido atrapados, no iba a tomar su mano, no sabe su poder, no se confiara tan estúpidamente, perfectamente podría poseer un don como el de shigaraki, le hizo creer que tomaría su mano, es un truco simple, pero lo ayudará en esta lucha, con su mano izquierda apuntó al dorso de la chica, era él o ella, si falla podría ser atrapado por un héroe y no volver a casa, sería encerrado entre cuatro paredes y perecería entre la miseria, sin remordimiento una llamarada morada salió de su mano; desde ese ataque que hizo en un atraco anterior Izuku dió la idea de disfrazar su fuego para evitar que lo encuentren y poder protegerse a sí mismo, no le gustaba la idea de usar el don de Enji, pero era necesario, su vida ahora estaría en constante peligro cada vez que hiciera un delito; la chica no se percató de su ataque y solo se dió cuenta cuando era demasiado tarde, sintió un terrible dolor en su abdomen, justo cuando estaba por gritar shoto fue más rápido y con su mano derecha que seguía en alto la golpeó en la cuello, sentía que se ahogaban, el aire faltaba y ya no podía gritar.

El pelinegro se detuvo, solo la observó cómo se ahogaba en el suelo, la sudadera color negra de la chica estaba chamuscada y su carne tenía graves quemaduras ¿Tercer o cuarto grado? No lo sabía, pero ella temblaba en el suelo aún estando consciente.

Ladeó su cabeza, de una lado a otro revisando su condición solo con la vista, no es como si le importará si vivía o no, ella se había metido en su camino y ahora pagaba las consecuencias, era curioso cómo en una zona relativamente segura está mujer alardeaba de pertenecer a su territorio, era bastante estúpida, se proclamó la jefa inmediata, la dueña de la zona, sin embargo ella era débil, no solo eso, nunca llegó ningún aliado para ayudarla, lucho completamente sola, tomando en cuenta la baja tasa de robo en esta zona era probable que ella trabajará sola, la única razón por la que esta área le "pertenecería" es porque no hay nadie más que tenga las agallas de hacer sus maldades y de desafiarla, eso la convierte en la más fuerte del lugar, aún así la desarmo y lastimó en tan poco tiempo, mentiría si dijera que no se sintió nervioso durante la batalla, su corazón latía a mil por hora junto con sus pulmones que le exigían más, la máscara en su cara interferir un poco con su respiración, la arreglaría llegando a casa; salió victorioso, aunque sintió que era lenta, tal vez solo era más fuerte porque estuvo "entrenando" con un héroe profesional, más precisamente el número dos, eso le daba una ventaja aqunque de origen repugnante, pero era un ventaja.