CAPÍTULO 13

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De nuevo estaba mirando al océano del Polo, miró hacia el edificio donde estaba encerrada y de pronto ya no estaba fuera sino dentro, mirándose en ese espejo de su habitación. Giró con lentitud para mirar los copos en su habitación, las prendas azuladas y algunos libros.

Cuando regresó la mirada a su reflejo ya no era ella sino ese hombre de cabello negro, vestido de traje y envuelto por las sombras para resaltar los ojos que la atormentan hoy en día, ese ámbar.

-T-tú...-Elsa dio unos pasos atrás evitando cualquier daño, pero comprobó que el reflejo de él era el de ella, moviéndose igual -No seré tú, no lo seré, Pitch.

-Elimina las pesadillas entonces -Susurró su voz -Ahora entiendes que saber el miedo de los demás es una maldición y no un don.

-No son los miedos de los demás que veo, son los míos los que están controlando ellas.

-¿No lo entiendes? Las pesadillas no tienen vida propia dentro de tu cabeza -El hombre dejó de moverse como reflejo de Elsa -Estas tus pesadillas, son las personales y son las que funcionan como sistema de defensa y después están las físicas, las que eres capaz de controlar cuando hueles el miedo de los demás.

La platinada miró sus manos analizando que desde que miró a Jack quería asesinarlo para protegerse desde el subconsciente, que Gogo apareció con los traumas de cuando ella obtuvo las pesadillas y sólo quería exterminarla con los recuerdos, que Guardianes la lastimaron y abandonaron para también querer borrarlos de su vida y no permitirles de nuevo ese daño.

-Sólo quieren protegerte -Elsa de nuevo miró a Pitch pero ya no era él, sino ella con sus ojos ámbar -Queremos protegernos.

Abrió sus ojos con su corazón acelerado, pero quiso mantener la calma después de lo que soñó. Se removió entre las sábanas y en los brazos del castaño, se giró para verlo de frente y reflexionar sobre anoche. Cuando tenía las pupilas ámbar no es porque fuera a lastimarlo por el poder de las pesadillas en ella, fue porque realmente supo que no la lastimaría y que al contrario, le demostró confianza y protección.

Acarició su perfil con un dedo mientras estaba calmado y dormido aparentemente ya que empezó a gruñir como señal de que estaba despertando.

-No te moviste nada toda la noche hasta ahorita -Gruñó con los ojos cerrados aun.

-Buenos días a ti también -Le dijo la platinada.

Jack abrió con lentitud sus ojos para sonreír perezosamente.

Cuando ambos se levantaron se dieron un pequeño espacio entre las duchas, pues anoche cumplieron un deseo que los traía persiguiendo por años y ahora no sabía qué sentir o cómo actuar después de esto. Las prendas sucias de sangre, sudor y tierra las habían cambiado por unas que Jack robó antes de la ducha en una tienda de regalos cerca.

Elsa usó unos jeans con las mismas botas negras ligeramente altas y una sudadera blanca con gorrillo, mientras que Jack se consiguió un pantalón negro con sus botillas de tobillo y una sudadera gris.

Ambos salieron y optaron por abandonar el auto para irse caminando a un super mercado de emergencia en la carretera.

-¿Te has dado cuenta que no has intentando matarme desde anoche? Ni una mortal mirada me has dedicado -Jack preguntó a Elsa quien usaba su gorrillo.

-¿Ah sí? -Elsa fingió sorpresa en su mirada -Es cierto ¿Será por...? No.

Ambos rieron suavemente.

-Creo que después de esto....Ammm -Elsa habló con nervios -Creo que yo espero que sepan que no eres una amenaza.Yo sé que no lo eres.

Se dijo más para recordarse su sueño.

Tras Nuestras Sombras. JelsaWhere stories live. Discover now