CAPÍTULO 3

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Esto era una locura, lo era.

No podía dejar de repetirlo cuando empezó a guardar algunas ropas, sobre todo aquel traje azul marino apegado casi a negro para ayudarlo a ocultarse por las noches.

No evitó sentir nervios de pensar estar cerca de ella, no evitó imaginar su reacción en dos caminos: Una, alegrarse de verlo para que este la envolviera en sus brazos de nuevo o dos, que ella se alejara de él. En el peor de los casos que se enfureciera.

Salió de su edificio en punto de la hora cuando observó un auto negro con ambos encima de este. El castaño se acercó con un casco de motocicleta en su mano y sus dos mochilas en la otra.

-Yo los sigo, me llevo mi motocicleta.

-No pierdas distancias ¿Sí? -Toothiana murmuró - Es importante quedarnos cerca con discreción.

-Ajá, sí.

La pasó por un lado para retirarse a su estacionamiento y subir a su motocicleta. Arrancó usando su casco azul marino para seguir el auto de ambos sujetos. Y detrás de ellos siguió el oficial de policía que los estaba observando desde la mañana.

Se fueron alejando cada vez más de las calles, de los autos y de los edificios cuando el policía sabía que se estaba arriesgando a quedarse con ellos solo. Por lo tanto sacó una muñequera metálica que se ajustó a su muñeca, un proyecto en el que ha estado trabajando. Apareció un teclado tenue en color azul para escribir la placa de la motocicleta que seguía.

Así lo iba a rastrear con más distancia.

Lejos del rango de visión, se detuvieron a las oscuridades de la carretera cerca de los puentes. El oficial pelinegro bajó para seguir a pie y serle más silencioso en sus pasos al esconderse.

Aster se emparejó con Jack al detenerse sobre los vehículos, sacó una familiar esfera de cristal para mostrarsela al castaño.

-Oogh ¿Cuántas esferas de esas tiene Norte? -Preguntó bajo el casco con fastidio al recordarlas.

-Siempre trabaja en nuevas -Aster respondió cuando impulsó el brazo hacia atrás a adelante para estrellarla contra el suelo y generar un portal al destino que antes le había susurrado.

El brillo iluminó el rostro de los presentes y a lo lejos el oficial se asombró de ver aquella acción. Se introdujo primero el auto y seguido la motocicleta y después terminó por cerrarse.

Tadashi miró hacia su muñequera para ver la ubicación de la motocicleta en otra ciudad. Sabía que fuera lo que estuvieran tramando buscaría a una compañera para ponerla al tanto de esto e investigar por su cuenta.

Cuando cruzaron aquel portal fue un resplandor que iluminó un escenario y los transportó a otro con el clima mucho más frío, nevando y en una carretera repleta de nieve.

El castaño sintió terribles escalofríos cuando se detuvieron, se apartó el casco para ver con claridad la ciudad frente a ellos.

-¿Canadá? -Miró a Aster con el ceño fruncido - ¿No habías dicho que estaban en lo que antes era Guar.....

-Dije que ahí estuvimos y ahí despertó Elsa, pero Norte y Mem la encontraron por los sueños -Aster miró la ciudad - La encontraron aquí, síguenos.

El cielo estaba atardeciendo por la mitad mientras que la otra estaba abriendo camino a la noche cuando se iban acercando a zona turística y después al centro de la ciudad. Llegaron hasta un hotel donde los esperaban a nombre de Nicolás.

Jack estaba serio e inexpresivo cuando seguía a los ex Guardianes. Subieron al elevador sintiendo un silencio incómodo, al castaño no le interesaba preguntar nada por el momento. Pero Aster sí, pues desde que llegaron Jack no dejaba de temblar con levedad.

Tras Nuestras Sombras. JelsaWhere stories live. Discover now