CAPÍTULO 9

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Jack salió del hotel esquivando a las personas, pero fue alcanzado por unas cuerdas que envolvieron sus tobillos para tumbarlo pecho abajo.

Tadashi se aproximó corriendo para llegar a él, pero el castaño se apartó las cuerdas en un ágil movimiento para girarse sobre el mismo suelo y lanzarlo contra el rostro del pelinegro.

Cuando se levantó, el pelinegro logró tomarlo del brazo para girarlo e inmovilizarlo contra su espalda, pero Jack con su brazo libre hizo un movimiento contra su vientre y luego a su pecho con su codo. Empezando una pelea en medio de la calle donde las personas se retiraron apresurando el paso.

-Si cooperas prometo que será más fácil librarte de lo que seas que estés metido con Guardianes-Gruñó Tadashi.

-No tengo nada más que ver con ellos –Jack logró golpear su rostro, después empujarlo y tumbarlo contra la calle donde esquivó un auto tras girar en el suelo.

En el estacionamiento Elsa logró ponerse en pie para huir en el sentido contrario de Gogo, pero ella logró alcanzarla con los discos a sus piernas para tumbarla contra el suelo de un golpe al rostro.

-¿Recuerdas quién soy, Elsa? Porque yo a ti sí, maldita asesina.

Elsa reconocía su voz como un lejano recuerdo, la miró frunciendo el ceño cuando ella de nuevo preguntó:

-¡¿Me recuerdas?!

De una visión a otra la recordó aquel día que la enfrentó junto a su equipo y de una imagen a otro recordó aquel hombre que asesinó en un traje de monstruo. Recordó la sangre resbalar hasta verlo caer.

E inmediatamente sus pupilas brillaron con el color ámbar.

-Asesinaste a nuestro compañero, tú....

-Y volvería a asesinar a otros de ustedes hasta exterminarlos –Elsa rodeó un auto con aura azulada para congelar su superficie y lograr arrastrar el auto hacia a ella para lanzarla encima en donde estrelló los cristales.

Los pedazos del suelo fueron congelados para levantarse por los aires con Elsa dirigiéndolos con su mano para lanzarlos contra Gogo, pero se cubrió con sus discos rápidamente.

Entonces Elsa congeló los autos de los constados para empezar a encerrar a Gogo en el pequeño espacio donde estaba, logrando atrapar su muslo contra estos para aplastarla finalmente.

Pero antes escuchó la motocicleta acercándose a ella con el castaño manejándola.

-Elsa, vamos sube –Jack le gritó por debajo de su casco negro.

-¿Por qué subiría contigo después de que aparecieran? –La señaló con su dedo índice mientras lo miraba furioso – Confíe en ti ¡Confíe en....

-¡Elsa! Escúchame –Jack levantó levemente el casco- Prometiste que me escucharías, sube por favor.

La platinada relajó su expresión sin desaparecer el ámbar, miró a Gogo con ansías de destruirla, pero se dirigió pronto tras de Jack para subir a la motocicleta.

-Si te atreves a hacer un movimiento sospechoso, te asesino.

-Dime algo que no sepa –Jack aceleró para retirarse de la zona.

Por la velocidad a la que arrancaron, Elsa se abrazó a la cintura del castaño para evitar caer. Pero conforme más se alejaban del lugar, la platinada se calmó eliminando el ámbar de sus ojos.

Regresó su azulado cuando estaba abrazada al castaño y por esos segundos se sintió en calma. Atreviéndose a colocar su mejilla a su espalda mientras cerraba sus ojos.

Tras Nuestras Sombras. JelsaWhere stories live. Discover now