CSPÍTULO 10

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-¿Recuerdas lo que decía Pitch para convencer de irte con él?

La platinada estaba sentada sobre una gruesa capa de nieve mirando al océano del Polo donde estaban. Giró para ver el perfil de Jack y darse cuenta de su blanca cabellera brillando con los primeros rayos del Sol.

-No.

-Decía que el miedo y el frío era la perfecta combinación para manipular a quien sea –Miró su mano sobre su regazo – Por eso quería que te aliaras a él.

-¿Y por qué a ti no te quería?

-Porque no soy una mujer- Sus ojos azulados la miraron –Es bien sabido que la energía de una mujer es tan fuerte que llega a ser muy destructiva. Sus emociones son más apasionadas, alegra a una mujer e irradiara sonrisas que contagiara, pero.....haz enfurecer a una mujer y su mirada será capaz de destruirte por dentro. A los hombres siempre se nos ha hecho sencillo reprimir lágrimas, reprimir nuestros sentimientos.

Elsa negó en un suave movimiento con la cabeza, miró sus manos también y de nuevo al océano.

-Elsa, tienes el poder de Pitch ¿No te has dado cuenta de lo que podrías hacerle a las personas? Te volviste en lo que Pitch anhelaba, tienes los dones de más de una persona, deberías........

-Puedo controlarlos –Dijo entre dientes –Puedo hacerlo.

-Controlarlos físicamente sí –Jack tomó su mano – Pero ¿Mentalmente? ¿Cómo sabrás que esos dones no te controlarán a ti?

Sus miradas en el otro estaban atentos, Elsa fue quien apartó su mirada hacia sus manos sostenidas.

-Yo....

-No podemos arriesgarnos, no yo.

Levantó su mirada la platinada y abrió la boca para gritar cuando Jack atravesó su pecho con la gran espina que creó en su mano.

-Te quiero Elsa, pero necesito hacer......

-¡No! –Las pupilas de Elsa brillaron en un ámbar que logró esfumar a Jack en miles de cenizas mientras sus manos en aura azulada y negra se levantaban para empezar a congelar ese lugar - ¡Déjame tranquila! ¡Déjenme mi mente en paz!

Su cuerpo empezó a ascender sobre aquella nieve que incluso fue levantando a su alrededor.

Sus ojos cerrados con fuerza se abrieron rápidamente para encontrarse recostada sobre una cama de una habitación de Motel. Se sentó calmando su respiración y llevando una mano a su pecho para aterrizar su mente a donde estaba, despierta.

Cuando salió de la habitación para tomar aire, observó al castaño de Jack sentado sobre una mesa de picnic al jardín frente a las habitaciones.

Estaba inquieto, no quería dormir y lo poco que conseguía eran pesadillas como efecto de lo que Elsa liberó de aquella mariposa.

-Hola –Saludó la platinada sentándose frente a él.

-Hola ¿No puedes dormir?

-Sólo un poco –Elsa tomó sus manos -¿Puedo preguntarte algo? Sé sincero por favor.

Jack la miró atento y calmado, asintió con un movimiento de cabeza lento.

-¿Me crees capaz de......controlarlo?

-¿Ahora? No –Jack dijo sin mucha expresión – Pero tal vez después sí.

-¿Tal vez? ¿Después? –Elsa frunció levemente su ceño - ¿Cuánto tiempo es después?

-¿Cuánto tiempo te llevó controlar tus propios dones?

Bajó la mirada para empezar a jugar con la punta de su mechón de cabello.

Tras Nuestras Sombras. JelsaWhere stories live. Discover now