SCHIZOPHRENIA //NUEVA VERSIÓN// NO TE LO PIERDAS!!

〷La vida después de la muerte〷

Alan

Estoy llegando a casa, después de ir a ver a Derek, no he podido evitar acercarme a la casa de Dakota y dar varias vueltas, me he quedado algunos minutos (largos minutos) petrificado, observando la ventana de su habitación, esperando a que se asome, con el corazón a mil por hora. Pero no, no parece que ella esté en su cuarto, sin embargo, la señora Tomlinson si que está, de su padre tampoco hay rastro.

No responde a mis mensajes ni llamadas, de hecho ni siquiera le llegan, doy por hecho que su madre le ha privado del uso del teléfono, pues si me hubiese bloqueado ya no me aparecería la foto de perfil.

Suspiro, me muero por verla, aunque sea para llamarme monstruo, necesito que se dirija a mí de cualquier manera, como si es para insultarme.

En fin.

La niebla empieza de nuevo a rodear las casas del distrito, esto empieza a sacarme de quicio, está claro que ya no podemos confiar en la policía, y que el desaparecimiento de tantas mujeres no trama nada bueno, sé que el final del plan de Enki está cerca, ¿pero qué diablos quiere? no pienso matar a Alice, y tampoco pueden crear a otro como yo. ¿Que cómo lo sé? pues porque ya lo hubiesen hecho si eso fuese posible.

No sé qué es lo que hay dentro de mí, pero si sé que se tuvieron que remover muchos infiernos para engendrarme. 

Nadie se atrevería a volver a esos mundos de fuego y azufre. 

Percibo que la luz de casa está demasiado encendida, esto se debe a que la puerta principal está abierta, allí, puedo contemplar a mi padrastro, hablando con una mujer. 

—¿Hola? —Saludo, tratando de intuir lo que está sucediendo, en cuanto esta se gira, mi extrañeza se vuelve palpable, es la madre de Liam, ¿Qué diantres hace esta mujer aquí sola a estas horas? 

Ella se decepciona al verme llegar en solitario, como si sus peores pesadillas se hicieran realidad, noto como un trago de saliva baja por su garganta.—¿Has visto a mi hijo? —Cuestiona con la preocupación marcada en el tono de voz, sus manos están temblorosas, agarrando el llavero de su hogar, las llaves tintinean sin parar.

Y esta escena, consigue algo inusual en mí. 

Siento miedo.

—¿Se supone que debería estar conmigo?—Pregunto.

Ella afirma, mientras una lágrima le cae mejilla abajo. Cada vez, hay más y más niebla.

Un coche aparece a toda velocidad, los faros deslumbras nuestras retinas por unos segundos, poco después, el imbécil de Derek está mirándome con la cara descompuesta. —¡¡Sube!!

—Encontraré a Liam.—Prometo, intuyendo que todo esto tiene algo que ver con él.—No vuelvas sola a casa con esta niebla, quédate a pasar la noche, en mi habitación si quieres.—Mis ojos van hacia los de mi padrastro.—¿Y Alice? 

—Supuestamente había quedado con ese chico que está en el coche. 

Bufo de la desesperación, todo esto empieza a desconcertarme y hacerme  sentir histérico.

Dakota no está en su habitación a pesar de estar castigada, ella no estaría en ningún otro lugar de la casa, la conozco demasiado, y no tardaría tanto en ducharse o comer. Tampoco es de ver la televisión en el salón.

Liam se supone que debería estar conmigo, pero yo no sé nada de él.

Y Alice supuestamente a quedado con Derek, el cual tiene cara de haber visto un fantasma y está solo, en el coche, frente a la puerta de mi casa.