〷 Adiós, mamá 〷

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—He vuelto a hacerlo.

—¿Qué has hecho? 

—He vuelto a matar. 




(...) 



Se habían suspendido las clases durante una semana como tributo a la memoria de todos los adolescentes asesinados en la fiesta de Derek.

Todo Harpers estaba en el cementerio, cantaban a coro unas mujeres frente a sus ataúdes, listos para enterrar, cientos de familiares, amigos, vecinos, conocidos, etc lloraban sus pérdidas, vestidos de negro, con cara de desolación y las lágrimas corriéndoles mejillas abajo.

El viento sacudía la melena negra de Dakota, quien estaba junto a su madre, a su lado, Liam. 

El coronel hacía sonar su silbato para llamar la atención una vez la canción había acabado, mamá lloraba junto a papá, Alice tan solo masticaba chicle haciendo un ruido molesto con la lengua. 

Parecía que esta escena, lejos de causarle algún tipo de tristeza, le divertía.

—¿Fuiste tú? —Murmuró a mi lado, llevaba los labios pintados de un intenso rojo, un color poco apropiado para la ocasión.

—¿Quién si no? No hay nadie en Harpers que pueda cometer un asesinato tan memorable como este.

—Bueno.—Hizo una pompa, la cual explotó con la propia boca.—Felicitaciones, hermano.

—Gracias.— Asentí, con una sonrisa falsa, ver a Dakota y Liam con esas caras mustias me estaba produciendo nauseas, me cabreaba que estuviesen tristes cuando deberían estar contentos.—Son unos malagradecidos.—Escupí a mi derecha, refiriéndome a ellos.

Alice siguió mi visión para ver de quién hablaba, soltando una carcajada que logró captar la mala mirada de algunas personas.—Obvio, Alan, ya te lo dije muchas veces, somos monstruos, nunca nos aceptaran.

—Yo soy el monstruo, tú solo eres una maldita loca.

—Como sea, soy la  única que está de tu parte, hermano.

Quizás Alice tuviese razón, quizás el ser parte de sus vidas, era tan solo una ilusión que vivía dentro de mi cabeza.—  He sido un ingenuo al creer que iban a aceptarme.

—Les das miedo, porque eres más poderoso, porque estás por encima en la cadena alimenticia ¿entiendes? a los humanos les cabrea eso, solo les gusta aquello que es inferior. 

—Pero yo los maté para protegerles.

—¿Y?—Alice arqueó una ceja, seguía masticando el chicle.— Las ovejas no se juntan con leones, ni los ciervos con cocodrilos, entiéndelo de una vez, Alan, no puedes estar cerca de ellos, porque tu mera existencia, supone una amenaza para sus vidas.

Negué.—Nunca les haría daño, deberían saberlo.

Mi hermana soltó un suspiro, acto seguido sufrió un estornudo, le ofrecí un pañuelo para que se sonara la nariz.— Los humanos sienten esta cosa... ¿cómo se llama? ah sí, empatía, hermano.— Me entregó el pañuelo lleno de mocos, lo metí disimuladamente en el bolso de mi madre.— Aunque se odien, siempre el instinto les llevará a rechazar aquello que suponga una amenaza para la humanidad, es supervivencia.

—Hablas como si no te consideraras humana.

—Es que no lo soy.—Sacudió su cabellera rubia al viento, Dakota nos estaba mirando, mis ojos se fijaron en los suyos, no pestañeé ni un solo segundo, no era capaz de leer su expresión, parecía estar totalmente con la mente en blanco, en shock. — No tendré poderes como tú, Alan, pero te recuerdo, que ambos nacimos en el mismo parto, y fuimos creados por la misma ''cosa''.

SCHIZOPHRENIA //NUEVA VERSIÓN// NO TE LO PIERDAS!!Where stories live. Discover now