〷 Ellos 〷

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Alan

Sentía incertidumbre, la expresión de Dakota intuía algo difícil de digerir, no estaba preparado para escuchar lo que tenía que decirme, pero al mismo tiempo, necesitaba que lo soltase de una vez por todas. 

Ella agarró mi mano con mucha suavidad, estábamos en mi habitación, finalmente había venido a mi casa, Alice daba muchas señales de vida últimamente , seguía sus movimientos en las redes y sabía que estaba bien, estaba por ahí con sus amigas lo más seguro.

Mi móvil comenzó a sonar.

Derek: Mi hermano no aparece y no coje el maldito teléfono, espero por  tu bien que no le haya pasado nada, hijo de la grandísima perra, porque si algo le ha sucedido, te destrozaré en mil pedazos.

Administrador: Si tu hermano no pudo conmigo ¿Qué te hace pensar que tú si podrás? :) 

—¿Alan?—Dakota seguía mirándome, sentada en mi cama sin hacer, tan bonita y tan sencilla como tan solo ella podía ser, llevaba el cabello mojado otra vez, tenía el pelo suelto y los ojos pintados con lápiz negro, sus  finos labios repasados con un toque ligero de rosa pastel.—¿Estás bien?

—Sí.— Sonreí ampliamente, poniendo el móvil en silencio para soltarlo sobre el viejo escritorio, ella se percató enseguida.

—¿Está hablando con alguna chica?—Preguntó incómoda, tragando saliva.

La pregunta me causó gracia.—¿Una chica? ¿Yo? ¡Qué dices!—Me levanté de la silla para sentarme a su lado, apretando con fuerza sus suaves manos, sentí el frío del metal de sus anillos, me gustaría mucho regalarle uno que fuese bien bonito.— Bueno, ¿qué era eso tan importante que querías contarme?—Noté en la mirada como le afectaba hablar de ello, pero había sido ella misma quien decidió que necesitaba decírmelo.— Ven, ponte cómoda.—Abrí mis brazos ampliamente, invitándola a recostarse sobre mí, se sonrojó, aceptando la invitación, cuando noté su cabello húmedo sobre mi sudadera la rodeé con mis largos brazos, hundiendo la nariz en sus mechones con olor a coco. Me dislocaba esta mujer.—Vale, ahora respira tranquila y empieza cuando quieras, todo está y estará bien, Dak.

Tras sentir su rápida respiración por unos minutos, la cual se iba calmando poco a poco, soltó un profundo suspiro.—Nunca le he contado esto a nadie , Alan.— Sus dedos se aferraron a uno de mis brazos, mientras yo iba dándole pequeños besos en la cabeza.— ¿Recuerdas cuando te dije que habían chicas que desaparecían? —Asentí.—Vale, yo fui una de ellas.

Me quedé rígido, sin saber qué decir.—Pero, ¿qué hablas? y.. ¿no recuerdas nada, no? ¿no sabes lo que te hicieron ni el por qué? 

Ella dio otro profundo suspiro.—Sí, sí que lo recuerdo todo, y sé lo que me hicieron, a mí no me borraron la memoria.— Confesó.— Recuerdo estar durmiendo en mi cama y sentir de repente unas ganas horribles de ir al baño, era como si me lo fuese a hacer encima, me levanté de la cama justo para ir a orinar y el camino empezó a hacerse muy largo, el pasillo no terminaba nunca, era el mismo pasillo de casa, pero cada vez más y más y más largo ¿Entiendes?— Hizo una pausa, mientras yo trataba de entender lo sucedido.—Cuando abrí la puerta del baño, estaba en un laboratorio, rodeada de personas muy extrañas, con unos monos blancos y máscaras de... ¿gas? que tapaban sus rostros, daban muchísimo miedo.

—¿Y qué pasó después?— Me jugaba un riñón a  que la entrada a ese sitio se encontraba en el río, seguramente, sería una entrada subterránea.

—Había otro tipo de... ''personas'', muy pequeñas,  de un metro veinte más o menos, sus cuerpos eran muy delgados y solo tenían tres dedos, caminaban muy deprisa y de una forma extraña, tambaleándose siempre de izquierda a derecha, no pude ver el rostro de ninguno de ellos.— Tragó saliva.—¿Tienes un poco de agua? 

SCHIZOPHRENIA //NUEVA VERSIÓN// NO TE LO PIERDAS!!Where stories live. Discover now