𝙊𝙣𝙚 𝙨𝙝𝙤𝙩𝙨-𝙃𝙤𝙩𝙙 𝙖𝙣𝙙 𝙂𝙤𝙩

𝑌𝑎𝑛𝑑𝑒𝑟𝑒 𝐴𝐸𝐺𝑂𝑁 𝑥 𝐿𝐸𝐶𝑇𝑂𝑅 𝑥 𝐴𝐸𝑀𝑂𝑁𝐷

ᴀᴅᴠᴇʀᴛᴇɴᴄɪᴀ: ⁱⁿᶜᵉˢᵗᵒ

Eras el hijo mayor de Rhaenyra, nacido del trabajo y esfuerzo de laenor y Rhaenyra. Fuiste su orgullo y alegría, el único hijo legítimo que salió de su unión.

Todos te habían visto como su verdadera heredera, la amada princesa velaryon, pero nadie te adoraba más que tus tíos, aegon y aemond.

Su adoración había pasado de pura a retorcida después de esa noche en Driftmark. Tu tía había muerto y luego fue tu padre, nada era igual para ti ya que te habías encerrado, sin querer ver a tu madre casarse con otra persona.

Habías continuado con tus deberes de heredero, aprendiendo filosofía y estrategia una vez que habías perfeccionado tu alto valyrio. Querías perfeccionarte a ti mismo. Incluso habías recibido entrenamiento con la espada de tu tío abuelo, la única vez que hablaste con él.

Todo había ido de bien en peor la noche en que regresaste a King's Landing. Tu tío Vaemond había insistido en que te pasaran la marca de deriva, ya que eras el único hijo que engendró Laenor. Le había llevado a perder la cabeza, aún no te habías recuperado de tal espectáculo cuando tus tíos te acorralaron.

"Dulce sobrina". La voz ronroneante de Aegon te saludó mientras lo mirabas, sin impresionarte.

"Tíos". Los saludaste a ambos impasiblemente a diferencia del cuidado que les tenías hace años. "Apártate de mi camino, Aegon". Tus ojos se entrecerraron cuando él se negó a hacerlo.

"Te echamos de menos después de que nos abandonaras tan cruelmente". Te hizo un puchero mientras extendía la mano para girar un mechón de cabello blanco entre sus dedos. "Parece que te has vuelto más hermosa en nuestra ausencia, ¿no estás de acuerdo, hermano?"

"Mmm." Aemond te miró como si quisiera hacer un hogar entre tus costillas y te desconcertó. Siempre supiste que tus tíos eran peligrosos. Habías ido en contra de tu madre y tu padre cuando eras niño para ver a tus tíos, para pasar tu tiempo con ellos. Verlos entrenar, leer con aemond, volar con aegon.

"Fueron ustedes dos quienes nos alejaron, con sus crueles palabras contra mis hermanos". Les siseaste, golpeando la mano de Aegon. "No seré tu juguete. Ya no somos niños".

"No, no lo estamos." Aegon estuvo de acuerdo, acercándose a ti mientras aemond hacía lo mismo. "Eres de pura ascendencia valyria, lo que no haría para tener un gusto".

"¡Nunca tendrás uno!" Te negaste y apartaste la mano de aemond cuando él se estiró para tocar tu colgante de zafiro. "No hay nadie en este mundo que deteste más que ustedes dos".

"Oh, me imagino que nos amas tanto". Aemond replicó, con una sonrisa divertida en los labios mientras te miraba. "Nunca olvidas un amor que está grabado en ti".

Te pusiste rígido cuando un dolor fantasma atravesó la cicatriz en tus costillas. La cicatriz donde Aemond había tallado su nombre en ti.

'Para que aunque esté lejos, nunca me olvides.' Él había insistido mientras sollozabas de dolor.

"Tú y yo sabemos que eso no fue amor".

Aegon gimió, cansado de esta conversación críptica. "¡Suficiente!" Siseó, sus manos agarrando tus muñecas con fuerza. "No me importa mi hermana puta, nuestro tío loco o tus hermanos bastardos. Ya he tenido suficiente de que te escapes de nuestro alcance. Antes que nadie, te reclamaremos como nuestro". Te jaló por el pasillo, te tapó la boca con la mano

"Un septón ha accedido a casarnos a los tres. Antes de que amanezca, serás nuestra esposa, atada a nosotros por toda la eternidad. Lucha contra esto y le cortaré las gargantas a los tres de tu hermano bastardo, no pongas a prueba mi paciencia". ."

Te detuviste, el miedo te llenó. Nunca les habías tenido más miedo que en ese momento.

"Ya tenemos un regalo para ti". Aemond ronroneó en tu oído, siguiéndote de cerca. "El corazón de Lord Cregan Stark, por atreverse a perseguirte".

Nunca escaparías de ellos. Ningún intento te acercaría siquiera.