Un reino de oscuridad y escarcha

Prólogo

La Corte Diamante fue la primera en caer.

Pero los monarcas, soberbios, no lo quisieron ver.

Solo cuando la destrucción todo lo asoló,

se dieron cuenta de su irremediable error.

El primer ejército llegó al alba.

Estandartes de otra corte portaba.

Y como en guerra no se encontraban,

nadie se preparó para la batalla.

Los habitantes intentaron resistir,

con palos, piedras... no quisieron desistir.

Pero cuando el segundo ejército llegó

ya no hubo posibilidad de salvación.

El fuego ardió durante días.

Libros, muebles... de todo, en él metían.

Las llamas devoraban el lugar.

Mas los gritos, no los pudo ocultar.

El palacio no tardaron en asaltar,

pues era a los reyes quiénes querían asesinar.

Y así fue cómo la primera de las cortes cayó

por la Obsidiana y su gran ambición.

Amatista era la siguiente en atacar,

ya que Obsidiana no iba a parar.

"Todas las cortes se hundirían

y sobre mí, el poder recaería".

Zafiro, Amatista y Esmeralda

estaban realmente sobrecogidas.

Siglos habían pasado

desde la última guerra con los humanos.

Y aunque entre cortes disputas siempre existían,

no había registros de conflictos que destruían.

Un aliado convertido en enemigo,

¿acabaría con las cortes hechas añicos?

Pero es en tiempo de traiciones y mentiras

cuando surgen inesperadas amigas.

Las tres cortes se aliaron,

y a Obsidiana, cara plantaron.

Nunca hubo una mayor guerra

que la que ocurrió en aquella tierra.

Y aunque a su rey no llegaron a matar,

no les quedó duda de que algún día le harían pagar.

El rey, debilitado, de las otras cortes se escondía,

recuperándose y aguardando a que llegase el día

en el que sus fuerzas se restaurarían.

Y entonces, la última guerra ocurriría.