Jodeté zorra.

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#Jade

Salimos riendo y saltando mientras movíamos los pompones. Todo el público gritaba. Niños, profesores, adolescentes... me encantaba esto. Disfrutaba de cada una de las ovaciones que nos hacían, me gustaban los cumplidos y los silbidos de otros chicos, no iba a mentir sobre ello. Nunca había sido una de esas chicas que se ofenden con los halagos, a mí me hacían engrandecer.

- ¡Vamos allá chicas! - gritó Kim alzando los brazos.

Todas comenzamos a seguir el ritmo de la música de inmediato. Piernas arriba, volteretas, baile sensual, faldas cortas y brillo, mucho pero que mucho brillo.
Luca tardó segundos en aparecer por mi campo de visión, sonriendo con todos sus dientes, haciendo suspirar a las chiquillas de primer curso mientras abrazaba con un brazo a Jaiden, entre ellas a Miranda Adams. Siempre babeando por mi Lucas.

Perdedora.

- ¡Con ustedes los miembros del equipo de nuestro colegio preparados para la batalla a su izquierda! ¡Y miembros del equipo externos a la derecha!

- ¡Ay Jad, me muero, por fin oficial!

- ¿De qué hablas Cind?

No entiendo lo que dice Cindy hasta que...

- ¿Dame un poco de suerte para que gane no?

El pecho se me acelera como una moto, Luca me tiene cogida por la cintura mientras cientos de personas están pendientes a nuestros actos. Se ha salido de la fila donde el resto de su equipo aguarda, pero nadie se atreve a decirle lo más mínimo.
Está mojado por el agua que se han echado antes de jugar bromeando, se ha puesto ya su casco, pero no tarda en quitárselo para mostrarme lo contento que está por esto y plantarme un beso en los labios que hace al público chillar de alegría.

- ¡LUCAS! - gritó mientras me río a carcajadas loca por la emoción.

- Te quiero - dice cogiéndome la cara con las dos manos para obligarme a que lo vea.

Tiene la cara de felicidad más grande que le he visto nunca.

- Te quiero. - vuelve a repetir- Te quiero. Te quiero, Jade.

- ¡Lucas!- Grito feliz cuando siento como me alza unos centímetros del suelo y da una vuelta conmigo en el aire.

Soy totalmente consciente de que tenemos parado el partido con nuestras muestras de amor, pero a nadie parece molestarle y a mí me llenan de felicidad. Ni siquiera puedo creérmelo.

- ¡QUE TE QUIERO JADE HAMILTON! ¡QUE ESTOY LOCO POR TI!

Entonces me toma de la mano y se gira hacia el público para asegurarse de que todos le vean mientras el color rojo empieza a apoderarse de mis mejillas. Sonríe apretándome como si quisiera asegurarse de que no me voy a ir, pero yo estoy totalmente estática y con el corazón a cien.

- ¡QUE ESTOY LOCO POR TI!

La gente se pone en pie aplaudiéndole mientras él se gira para darme un beso y mirarme como nunca antes lo había hecho. Los focos parpadean, y entiendo entonces que se tiene que ir. Me da un último pico y sale corriendo de ahí.

- Niñas, ¿qué acaba de pasar? - pregunto sin dar crédito mientras Kim me abraza feliz.

- Primera vez que hace algo bien este Luca.

- Es otro.

- Que romántico, por Dios.

-Yo también quiero uno así.

Todo son comentarios, el partido empieza y las chicas siguen comentando mientras yo me muero de la vergüenza y me centro en ver jugar a los chicos. Aunque mentiría si dijese que no me volví un poco hacia atrás para ver la reacción de Aria esperando por un mínimo de felicidad en su cara, que se alegrase algo por mí. Pero todo lo que encontré fue una mirada asesina sin venir a cuento, que me robó parte de la alegría que se había quedado en mi corazón.

¿De verdad no podía dejar las diferencias ni siquiera ahora? ¿Enserio no podía alegrarse algo por mí? ¿Tan mal lo estábamos haciendo? ¿No iba a ser mi amiga nunca más? ¿Lo había sido alguna vez?

Esa era la constante principal, lo que me rondaba todas las noches hasta quitarme el sueño.

¿Había sido alguna vez mi amiga o siempre se había acercado a mí para lograr tener algo con mi hermano?

- ¡Jacob pásasela a Rizzo! - gritó el entrenador cerca de nosotros. Pero Jacob nunca se la pasó, tiró y falló. Todo el público lo abucheó. Luca le sostuvo la mirada, y eso me puso en guardia.

Jacob siempre había sido adornado por cada persona que lo conocía.

- Hamilton, ¡al banquillo! ¡Sale Patrick!

Vi la mirada atónita de mi hermano, y la de Luca, la de todos. Incluso supe que yo la estaría poniendo en ese momento también. Mi hermano nunca había dejado de jugar un partido, iba a hacerse pronto el capitán del equipo.

- Mira Jade, tu hermano se va - me susurró una de las chicas haciéndome voltear hacia la escena que tenía a mi derecha. Jacob y el entrenador se estaban gritando, uno de los compañeros intentó calmarlo, y acabó quitándose el casco y yéndose hacia los vestuarios sudando y cabreado.

- Creo que debería ir a ayudarlo y... - me callé y me senté tal y como me había levantado cuando vi a Aria levantarse muy silenciosamente dos blancos tras de mí, para irse detrás de mi hermano.

- Pasa, ya lo arreglarán entre ellos. Tu sigue mirando a tu chico, la próxima que marque, te la dedicará. Estoy segura. - Kim me abrazó contenta y yo me sentí un poco más reconfortada. Y aunque no podía negar que muchas veces me dolía el pensar en no poder ayudar a Jay, también me molestaba que no pudiera disfrutar por ello de todo lo que Luca me estaba haciendo sentir esa tarde.

- ¡Gooooooooool! ¡Goool de nuestro Luca Rizzo! - gritaron por los altavoces.

Me miró y le sonreí mientras veía como corría con sus compañeros detrás, hizo una "J" con sus dedos antes de que todos se tirasen sobre él. Ahora sabíamos que habíamos ganado, al otro equipo no le iba a dar tiempo de remontar para tomarse la revancha.
Mientras tanto, Miranda Adams me miraba desde las gradas como si quisiera acabar conmigo en ese mismo instante. Así que aproveché cuando todos acabaron y salieron ante el aplauso de la gente, para acercarme a mi novio y dejara que me besara aún estando sudado y pringoso.

- Me voy con los chicos, espérame después de cambiarte - dijo antes de dejarme otro beso y salir celebrando hacía los baños. Yo solo asentí, después miré a la niña aún en el mismo sitio sonriendo con los labios sellados. Pura hipocresía. Así que le saludé con la mano y le lancé un beso mientras le guiñaba el ojo.

Jodeté zorra.

TÓXIC Where stories live. Discover now